Grupo Venus     CURSO DE ALTA MAGIA BLANCA PRACTICA.

CAPITULO IX. LOS 7 CHAKRAS (continuación)
5. Quinto chakra: Vishudha (el Eter y el sonido)
6. Sexto chakra: Agna (el pensamiento)
7. Séptimo chakra: Sahasrara (la conciencia)


CAPITULO X. LA EXPERIENCIA CURATIVA

1. La iniciación
2. El aura humana
3. Las siete envolturas del campo aural
4. Diagnóstico de un chakra o centro energético
5. Las formas mentales y el aura
6. El arte-ciencia de la curación mágico-espiritual



QUINTO NIVEL DE PODER:

QUINTO CHAKRA: VISHUDHA



(EL ETER Y EL SONIDO).

Está situado muy próximo a la nuez de Adán; su glándula endocrina es la tiroides y su centro nervioso es el plexo faríngeo. El planeta regente es Mercurio y su metal es el del mismo nombre: el mercurio. También se le asimila el astro afín a Mercurio en un nivel superior o intuitivo: Urano. Se dice en Astrología que Urano es la octava o vibración superior de Mercurio. Los signos zodiacales afines son Mercurio y, en segundo lugar, Virgo. Desde el primer llanto del niño recién nacido hasta los acordes de una sinfonía, desde el código genético del ADN de las células hasta los versos de una poesía, desde los impulsos nerviosos que conectan el cerebro con la musculatura hasta las ondas de televisión que estrechan lazos entre los continentes, la comunicación es una herramienta fundamental de nuestra expansión mental. Gracias a la comunicación nos podemos sentir parte de una totalidad, al igual que las células del cuerpo se coordinan perfectamente para conformar un organismo total. Inclusive las redes de comunicación moderna son como una especie de sistema nervioso de la cultura de la información con el cual cada vez podemos realizar intercambios con mayor diversidad, amplitud y velocidad.

El quinto chakra es el centro del sonido, la vibración y la expresión externa de la inteligencia, la cual crea, controla, transmite y recibe las comunicaciones. Entre estos atributos figuran el hablar, el escuchar, el escribir, la telepatía, el uso de un ordenador, la oratoria, y muchas otras actividades. Tengamos en cuenta que el lenguaje en sí es un proceso marcadamente simbólico, ya que se asigna un sonido y unos caracteres a cada objeto o actividad, lo cual nos da un medio para representar el mundo de una manera más eficiente, y nos proporciona acceso a una capacidad ilimitada de almacenamiento de información. La transmisión de las ideas es como el aire que respiramos, el cual conforma un campo etéreo e invisible que nos rodea y que todo lo interpenetra. De ese campo podemos tomar la sustancia base para en nuestra mente poder incubar procesos de pensamiento y posteriormente volver a lanzarlos al espacio mental que nos circunda. Esta interacción no tiene prácticamente límites, pues la comunicación es un acto de conexión. Cuando conversamos o compartimos ideas con otros, se produce un proceso de intercambio de subconjuntos de información, los cuales ya dejan de ser exclusivos de una persona y pueden ser aprovechados y filtrados por los demás. Este chakra ocupa un lugar preponderante en el sentido descendente de la fuerza (corriente manifestadora), pues mediante él somos capaces de dar nombres a las cosas, lo cual es en sí un proceso de simbolización y de simplificación de la realidad circundante. El nombrar una cosa significa darle una entidad o una realidad en el plano simbólico, mental o inclusive metafísico y, lo que es más importante, luego esos símbolos pueden comenzar a combinarse unos con otros, despejando nuevas realidades. Tanto el pensamiento como su manifestación en forma de comunicación son una puerta de acceso hacia el futuro o, como mínimo, hacia los "posibles futuros". El ser humano dispone de herramientas tan mágicas y maravillosas que con frecuencia se olvida de los tesoros que alberga dentro de sí mismo. Pensemos simplemente en la posibilidad que tenemos para, ante la planificación de un proyecto más o menos inmediato, plantear hipótesis de trabajo, diseñar estrategias, descartar las rutas que consideramos incorrectas y, en último término, mediante el discernimiento, establecer una solución o plan de acción práctico que consideramos como el más correcto. Esta facultad ya de por sí es una posibilidad para adelantarse al futuro y para "ganarle tiempo al tiempo".

Los pensamientos y la comunicación de éstos crean mundos mentales momento a momento, los cuales pueden ser derrumbados una y otra vez hasta que su creador o creadores llegan a concebirlos como "dignos de ser lanzados al mercado". El lenguaje es un sistema simbólico que ocupa un punto intermedio entre la idea abstracta y la manifestación. Para la filosofía clásica hindú, la materia está formada de sonido. Así, a una pieza o componente de la realidad se le va a asignar un nombre, y este nombre a su vez en la mente está asociado con un pensamiento. Además, al mencionar, vocalizar o verbalizar el nombre de ese objeto o realidad, se está produciendo una fusión entre el objeto, por un lado y, por el otro, la idea abstracta que corresponde al primero. Es decir, en Magia nombrar o pronunciar el nombre de algo en voz alta significa crear un lazo o puente de unión entre el objeto físico al que corresponde ese nombre y la sustancia mental conectada con ese nombre. Así, nuestra mente puede generar un pensamiento que, a través de un nombre, se liga con una determinada vibración física, con el fin de controlar esta última, y de esa forma poder originar manifestaciones en el plano material. Con las palabras, la conciencia dispone de una herramienta que le permite ordenar u organizar el universo a su alrededor. Simbólicamente, el quinto chakra tiene forma de loto de 16 pétalos, que contiene todas las vocales del idioma sánscrito (16). Tradicionalmente, se considera que las vocales representan el espíritu, mientras que las consonantes equivalen a la materia, de por sí más inflexible.

Al chakra Vishudha se le denomina "el purificador", ya que en sí el sonido posee tal naturaleza. El sonido puede afectar y de hecho afecta a la vibración íntima de la materia y tiene también capacidad de armonizar frecuencias que de otro modo serían disonantes, lo mismo dentro que fuera de nosotros mismos. Esto confiere al quinto chakra el significado de principio ordenador. Etimológicamente, Vishudha proviene de Vis (tener actividad) y de Shud (llamada o puesta en orden). En efecto, la comunicación es un principio ordenador por cuanto representa la invocación de unos símbolos, lo cual genera en último término una cristalización o materialización de los pensamientos abstractos que flotan en nuestra mente e, inclusive, de nuestras pautas de voluntad. El elemento asociado a este quinto chakra es el éter, también llamado Akasha o espíritu. La vibración es una manifestación de la ley del ritmo, puesto que toda vibración es pendular y oscilante de un extremo a otro. Se entiende que a medida que ascendemos por la columna chákrica, cada plano vibra a un nivel más alto y más rápido que el anterior. Así, la luz es una vibración más rápida que el sonido (alrededor de unas cuarenta veces más alta), y el pensamiento es una vibración más alta que la luz, al igual que la conciencia es más elevada que el pensamiento. Por ello, la vibración de nuestra conciencia afecta en último término a la sustancia de nuestro organismo psicofísico. Un científico del siglo XVIII llamado Ernst Chladni diseñó algunos experimentos que muestran gráficamente cómo afecta la vibración a la materia. Chladni espolvoreó arenilla muy fina sobre una placa de acero y luego frotó el canto de la susodicha placa con un arco de violín impregnado en resina. El sorprendente resultado fue que al tocar un tono determinado sobre la placa de acero, los granos de arenilla se ponían a bailar y terminaban dibujando bellas figuras muy similares a los mandalas o figuras geométricas tibetanas. La figura variaba con la frecuencia de la vibración. Hoy en día podemos realizar este experimento colocando una placa recubierta de arena sobre la salida del altavoz de un equipo de música, lo cual producirá figuras similares si se reproduce una grabación de frecuencias o sonidos PUROS, es decir, NO de música con una combinación de diferentes instrumentos.

Este es un ejemplo meridiano de cómo el sonido afecta a la materia, o de cómo el ritmo en un plano influye sobre la sustancia en otro. Hay que destacar que esos tonos no crean una pauta cualquiera o al azar, sino un dibujo geométrico centrado alrededor de un punto, como una flor, o como la figura de un chakra!. En otros experimentos posteriores se ha visto que también mediante ondas sonoras proyectadas sobre diversos medios como agua, polvos, geles o aceites, se obtienen patrones muy similares a distintas formas que se encuentran en la naturaleza, como las galaxias espirales o el iris del ojo humano. Es conveniente recordar que en los libros clásicos de la India, los Vedas, se dice "en el comienzo era Brahmán, y con él estaba la Palabra, y la Palabra es Brahmán". Esto es muy similar a lo que se dice al comienzo del evangelio de San Juan: "en el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios". Ambos párrafos reflejan la conexión entre sonido y creación. No todas las vibraciones producen un sonido que nosotros podamos oír, pero es más que posible que tales frecuencias inaudibles de todas maneras afecten, por vías sutiles, a nuestra conciencia. Pitágoras, el gran maestro de la Grecia Antigua, hablaba de la "música celestial", o "música de las esferas", la cual tiene relación con las frecuencias vibratorias emitidas por los planetas en nuestro sistema solar y por las constelaciones de la parte del universo que es visible desde la tierra. Todas las vibraciones se caracterizan por un ritmo, que es una pauta regular y repetida de movimiento en el espacio y en el tiempo. Las ondas sonoras tienen un ritmo considerablemente más lento que las lumínicas, y los diferentes tonos se caracterizan por un ritmo específico de las ondas que los originan, al igual que las diferentes frecuencias de las ondas luminosas crean colores distintos.

En realidad, ningún ser vivo se libra de danzar según los ritmos que lo rigen, y podemos decir que hasta cierto punto somos como una orquesta sinfónica aunque, eso sí, más o menos afinada o desafinada. A muchos nos falta en la vida ese sentido del ritmo, que es un aspecto integrador que lo conecta todo, desde el fuero interno hasta el propio latido del universo. Si los ritmos interiores no son consonantes, entonces nos sentimos incómodos ante el mundo, e inclusive con nosotros mismos, pues falta la coordinación, la coherencia, la gracia... Ya hemos hablado de la RESONANCIA, llamada también emulación rítmica o vibración simpática. La resonancia se produce físicamente cuando dos formas de onda de frecuencia similar "entran en fase" la una con la otra. Que tengan frecuencia similar quiere decir que ambas ondas oscilan un número similar de veces en el mismo período de tiempo y, así, la forma de onda resultante es una combinación de las dos ondas originales. Esta onda fusionada tiene la misma frecuencia que las dos anteriores, pero con una amplitud de onda que es la suma de las amplitudes componentes. Recordemos, como elemento de física básica, que se entiende por amplitud de onda a la distancia que existe entre dos picos de una onda, es decir, entre dos crestas de la misma o, también, se puede definir la amplitud como la distancia lineal que recorre la partícula vibrante durante un período o ciclo completo.

Tratándose de ondas sonoras, una mayor amplitud significa más volumen de sonido, como sucede con la música amplificada. Así, en otras palabras, cuando entran en resonancia dos formas de onda, se registra un incremento de la potencia. En síntesis, dos oscilaciones de frecuencia suficientemente parecidas acabarán por entrar en resonancia. El principio de la resonancia interviene también cuando una onda emisora excita la vibración de otro posible foco emisor simpático, pero que en ese momento está inmóvil. Por ejemplo, si colocamos dos violines, uno en cada extremo de una habitación igualmente afinados, y tocamos la cuerda sol del violín A, entonces la cuerda sol del violín B se pondrá a vibrar, aun cuando nadie haya tocado esa cuerda físicamente.

También tenemos el fenómeno contrario, es decir, cuando dos ondas distintas concurren se produce lo que llamamos un "patrón de interferencias", y estas pautas de interferencia vienen a ser como una especie de resonancia destructiva, ya que se hayan alteradas la armonía y la integridad de la forma de la onda. Esto sucede por ejemplo con los diferentes ruidos que emite un autobús, que por lo general son la resultante de numerosas ondas sonoras en mutuo conflicto. El fenómeno de la resonancia llega mucho más allá, pues afecta por ejemplo a las personas que viven en una misma familia o en el mismo apartamento por largos años, y que pasado un tiempo llegan a hablar con determinadas entonaciones y expresiones similares, que es lo que solemos llamar coloquialmente como costumbres que "se pegan". De la misma manera, en el terreno social podemos entrar en resonancia armónica o bien destructiva con los vecinos, con las amistades, o con los compañeros de profesión. En el día a día recibimos la influencia del ambiente a través de factores visuales, psicológicos o inclusive fisiológicos, y la publicidad es una técnica que pretende precisamente crear resonancias. Además, en el plano psicológico profundo, el del subconsciente y el inconsciente, también se generan procesos de resonancia cuando recibimos vibraciones afines, o de interferencia cuando captamos una mezcla caótica de ellas. Veamos otro ejemplo, el cual se exhibe en el museo interactivo "Exploratorium", de San Francisco (E.E.U.U.). Sobre la caja de resonancia de un altavoz se ha colocado una alfombrilla de goma y, sobre ésta, están fijados varios aros metálicos de diferentes diámetros, desde 5 hasta 15 cm. El visitante puede maniobrar un mando, para emitir un determinado sonido a través del altavoz, pudiendo variar la frecuencia desde lo más grave hasta lo más agudo. Las bajas frecuencias (tonos graves) provocan la vibración de los aros grandes exclusivamente, los cuales comienzan a ondular de manera visible y emiten a su vez un sonido también grave. Si el altavoz emite frecuencias altas (tonos agudos), entonces comienzan a vibrar únicamente los aretes más pequeños emitiendo un zumbido agudo. Por último, las frecuencias medias generan la vibración de los anillos de tamaño intermedio.

Los MANTRAMS son sonidos que se dan en llamar de naturaleza sagrada y que se utilizan en la meditación, en los cánticos y en otro tipo de prácticas. Su misión es el ajustar o afinar la conciencia en una forma particular gracias a la vibración de sus tonos. Al igual que una determinada vibración en el disco de Chladni crea una figura geométrica en el montón de arenilla, de la misma forma la pronunciación o vocalización de un mantram sencillo puede convertir el montón desordenado de nuestros pensamientos y emociones en un patrón o forma coherente y armónicamente dispuesta. La palabra mantram o mantra proviene de man (mente) y de tra (protección o instrumento). De tal modo, los mantrams son herramientas para proteger nuestra mente de sus ciclos más inferiores e improductivos, haciendo que ésta se enfoque y se sosegue. Al concentrarse en la repetición del sonido, los demás pensamientos se desvanecen poco a poco hasta que la mente queda nítida y tranquila, aumentando además el sincronismo entre los dos hemisferios del cerebro.

El mantram suele ser una letra o una palabra, aunque también puede resultar eficaz una salmodia de tonos musicales abstractos. Todos en ocasiones nos hemos obsesionado o inclusive molestado alguna vez con la tonadilla de un anuncio publicitario, que luego de manera involuntaria seguimos repitiendo de forma machacona en nuestra mente. El efecto de estas melodías sencillas es usado por los ingenieros de la publicidad debido a su fuerte capacidad de adherirse a la mente subconsciente y quedarse en ella durante un determinado tiempo, influyendo sobre nosotros para que adquiramos un determinado producto. Esto resulta algo sorprendente, ya que los mantrams emplean los mismos canales subliminales y la misma zona del cerebro que las musiquillas de los anuncios publicitarios, pero con intenciones evidentemente más evolutivas y espirituales. Como habíamos dicho, para la metafísica hindú todo está hecho de sonido, y cada cosa, realidad o actividad posee una representación simbólica -su nombre-, que hace conectar con el patrón de mente y energía que compone tal objeto; eso es lo que se da en llamar el "sonido semilla" o "sonido raíz" de una cosa determinada, llamado "bija mantram" en sánscrito. La intención profunda del mantram es el colocar al individuo que lo pronuncia en estado de resonancia con el objeto cuyo sonido raíz ha invocado. Vocalizando el nombre o el mantram raíz de algo se adquiere un estado de fusión o de concentración con respecto a la esencia de esa cosa, permitiendo generar, destruir o transformar, obviamente dentro de ciertos límites naturales. Cada chakra posee su mantram o sonido raíz asociado en el cual reside la esencia y, por tanto, la parte secreta o sagrada del chakra. Veñmoslo:

1. TIERRA, MULADHARA: LAM. 2. AGUA, SVADHISTHANA: VAM. 3. FUEGO, MANIPURA: RAM. 4. AIRE, ANAHATA: YAM (en ocasiones SAM). 5. ETER, VISHUDHA: HAM. 6. PENSAMIENTO, AGNA: OM. 7. CONCIENCIA, SAHASRARA: sin mantram.

Es posible entonar los mantrams interiormente, es decir, sin pronunciar ningún sonido externo. En estos sonidos la "M" representa el aspecto material y maternal del universo; en cambio la "A" simboliza lo paternal o lo no material, y la acción del germen o del alfa. La "L" en LAM, indica la tierra, pues es un sonido pesado y sordo, a diferencia de la "H", letra aspirada de HAM, el éter, que es un sonido ligero, aéreo y etéreo, o de la "R", en RAM, el fuego, que es un sonido enérgico y ardiente.

Recordemos siempre que no tenemos por qué ser víctimas o receptores desvalidos de las vibraciones discordantes, puesto que nosotros tenemos la mágica habilidad de emitir vibraciones propias. La pronunciación de los mantrams es una forma de tomar el control y la guía de nuestro desarrollo mental y psicofísico. Como sabemos, el instante en el cual se produce la resonancia máxima al vocalizar un mantram, es cuando la vibración sonora se combina con la imagen mental asociada. Es importante meditar en esto, pues si no logramos una resonancia adecuada con las fuentes vibratorias deseadas, no podremos experimentar la conexión con la esfera vibratoria correcta. El que no sintoniza, no comunica, pues es bien sabido que muchos conferenciantes leen bien, pronuncian bien y se aprenden bien la charla, pero a la hora de la verdad no comunican, no transmiten y no impactan en el auditorio. Por aquí llegamos a la conclusión de que el acto de la comunicación es mucho más que la simple transmisión coordinada e interrelacionada de símbolos y, por tanto, de información. Así, podríamos diferenciar la simple comunicación de datos de lo que es la comunicación esencial. Paradójicamente, en una era en la cual la comunicación formal o de datos está en auge gracias a los medios electrónicos, el grado psicológico que tiene el ser humano medio de sentirse comunicado y comunicador es bastante pobre. Por tanto, sin la comunicación esencial quedamos aislados, separados y privados de importantes fuentes de energía nutricional, que son vitales no solamente para la salud física, sino también para la afectiva, mental y evolutiva de la conciencia. Así como los hindúes clásicos piensan que el sonido es el creador de la materia, la comunicación en sus formas más puras crea y mantiene la vida. Con toda seguridad la comunicación está sustentada en un intercambio rítmico en diferentes niveles, planos e inclusive etapas, y no podemos olvidar que la comunicación formal es sólo la punta del iceberg de la comunicación, aun cuando sea la base de ese proceso holístico o integrado. Lo mismo que el dinero, las palabras, inclusive cuando están muy bien hilvanadas, no valen demasiado por sí mismas.

En resumen, la comunicación organiza y dilata la conciencia; la comunicación es un puente entre lo presente y lo pasado, así como un medio de acercamiento al futuro; la comunicación consiste en dar nombres; la comunicación permite a la mente y a la conciencia transmitir y propagarse a sí mismas; la comunicación es un fenómeno rítmico que se produce mediante la resonancia vibratoria entre el emisor y el oyente; y la esencia de la comunicación es la creatividad. Tampoco podemos olvidar otras formas de comunicación más sutiles, todavía poco desarrolladas en la generalidad de los seres humanos, y que no se basan en el uso de signos o símbolos con un soporte físico. Estamos hablando de la telepatía, que es la posibilidad de comunicarse a través del tiempo y del espacio sin recurrir a ningún código de símbolos físicos, sino solamente mediante la transmisión de imágenes mentales y tonalidades de pensamientos. Con la apertura del quinto chakra se accede a este tipo de comunicación. Para lograrlo, es requisito imprescindible acallar el ruido de fondo de nuestra propia mente. Es decir, en la mente de la mayor parte de las personas existe de continuo un trasfondo ajetreado y ruidoso, a lo cual se le añade la cascada enorme de información que continuamente estamos recibiendo del exterior, lo cual embota la capacidad asimiladora del quinto chakra. De tal manera, hay muchas personas que se han acostumbrado a alzar la voz y gritar con el fin de comunicarse, o que simplemente les gusta participar en una conversación para oírse a sí mismos. El lenguaje es algo cambiante y evolutivo. Por ejemplo, los vocabularios de las lenguas occidentales son por lo general bastante escasos en términos descriptivos de las realidades superiores de la mente y del espíritu. Esto se ha ido superando en las últimas décadas por la sucesiva introducción y traducción de términos provenientes del sánscrito, el tibetano, el chino, el japonés, las lenguas de los indios americanos, etc. Debido a que el lenguaje es un proceso creativo, su estructura simbólica ha de ser flexible y adecuada para la dilatación de la conciencia, debido a lo cual habrá que irlo "estirando" para ir dando cabida en él a nuevas realidades que se van presentando en el camino del ser humano, tanto en el nivel del espíritu como en el nivel de la técnica. La tecnología es más afortunada en este aspecto, ya que el inglés se ha convertido en vehículo prácticamente universal y los términos científicos y técnicos nuevos van surgiendo a través de él día a día.

Para terminar, no podemos dejar de lado el papel preponderante que la tecnología de las comunicaciones lleva desarrollando un tiempo, y seguirá desarrollando con mayor fuerza en el futuro. Gracias a estas nuevas técnicas de la transmisión, recepción y manejo de la información, hemos prolongado nuestro cuerpo y nuestra mente, así como nuestros sentidos hacia la quinta dimensión o éter, con la posibilidad de estar cada vez más conectados con el seno de un campo unificado que lo abarca todo, y que es ni más ni menos que el mundo interconectado de la comunicación. Este sistema o red enormemente desarrollado puede dilatar o inclusive alterar nuestro sentido normal del tiempo y del espacio, dada la rapidez que hay entre estímulos y respuestas. Debido a ello, el feedback o retroalimentación es mucho más vivo y veloz, con lo cual la velocidad de aprendizaje ha aumentado mucho también y con ello la celeridad del cambio humano. Es muy interesante meditar en el hecho de que los medios de comunicación atraen y, en segundo término, condicionan, nuestra atención. Sabemos que allí donde va la atención suelen ir también las necesidades básicas, las emociones, el aprendizaje e inclusive la conciencia.

VERTIENTE ESOTERICA DE VISHUDHA. La situación física de este centro de energía sutil es muy cercana a las cuerdas vocales, con lo que la función sonora, vocalizadora, de transmisión y de comunicación salta a la luz rápidamente. Se ha hablado mucho del poder del verbo, de la magia del sonido y de la penetración de lo sonoro, y todo ello está precisamente en relación con el chakra Vishuddha. No olvidemos que la cualidad exclusiva por excelencia que distingue al ser humano de los animales es precisamente ésta, el poder de hablar. Con las cuerdas vocales somos capaces de emitir frecuencias dentro de la gama de los sonidos audibles para el ser humano pero, a la vez, comunicamos nuestro pensamiento, influimos en el pensamiento de los demás, invocamos en ciertos momentos fuerzas que ni siquiera vemos (oración, magia), transmitimos estados emocionales, y expresamos estados vibratorios psíquicos a los demás.

Vishuddha genera la posibilidad de movilizar energías sonoras tanto en el plano físico como en los niveles psíquico, mental, de la conciencia y supraconsciente. Así, las vocalizaciones de alto nivel pueden llegar a materializar situaciones, posibilidades y oportunidades. Igualmente, hay un efecto relajante que puede poseer la voz sobre el cerebro, ya que las vibraciones emitidas por las cuerdas vocales se transmiten hacia todo el cráneo y, por tanto, hacia toda la corteza cerebral. Ese efecto depende lógicamente de que los sonidos se articulen de forma armónica. Haga usted una prueba. Coloque las yemas de sus dedos sobre la parte más alta de su cráneo y hable. Notará perfectamente las vibraciones sonoras en esa zona, lo cual es una constante cada vez que hablamos. Por tanto, Vishuddha genera una voz agradable, que cala en los demás y que eleva las propias vibraciones mentales del emisor. Además, da la posibilidad de servir de puente de unión entre los niveles psíquico y mental, y el plano físico. Igualmente, en este centro no sólo aprendemos a descubrir los poderes ocultos del sonido, sino también la capacidad para callar cuando y como sea necesario, con lo que se produce un efecto de acumulación de energías mentales. Es bien sabido que el acto de hablar llegado un momento puede dar lugar al cansancio o a la pérdida de energía. Saber qué se dice, cómo y cuándo y se dice, es todo un arte que requiere una mente lúcida y presta. Precisamente, la regencia de Mercurio sobre este chakra, siendo este planeta el símbolo de la inteligencia, nos da a entender que las capacidades mentales están muy en relación con el manejo que se da a la expresión verbal.

Llama la atención, por último, la virtud que se atribuye a Mercurio en la mitología de ser el Mensajero de los Dioses. Así, el desarrollo de este chakra posibilita el captar de las esferas mentales ideas, proyectos y oportunidades que están en cierta medida avanzados a la época presente. Se ha dicho muchas veces que "las ideas están en el aire", y eso es cierto, sobre todo si decimos "las ideas están en el elemento aire". Este chakra, por su afinidad con Urano, despierta la capacidad de lucidez y poder mental, la intuición, el conocimiento universal y la comunicación del pensamiento.

SEXTO NIVEL DE PODER:



SEXTO CHAKRA: AGNA (EL PENSAMIENTO).

Se sitúa en relación con la glándula endocrina llamada hipófisis o pituitaria, la cual se sitúa en la base del cráneo, en la llamada silla turca. Su metal es la plata y el planeta regente es la Luna, siendo Neptuno el otro planeta afín. El signo zodiacal análogo es Cáncer. El tercer ojo nos aporta un estado de comprensión adicional, a la manera de la lectura de un texto "entre líneas", lo que permite descubrir más de lo que dicen las meras palabras o la apariencia externa de las personas con las que nos comunicamos. El término AGNA significa "percibir" pero, también, "dominar". En este chakra se localizan y se desarrollan la capacidad para ver el aura, la percepción de detalles en el plano astral, las precogniciones (ver los acontecimientos de un tiempo distinto), y las visiones remotas (ver lo que ocurre en un lugar distinto). Obviamente, el sexto chakra no funciona, como el quinto, con un lenguaje verbal, sino que utiliza fundamentalmente imágenes, que es lo que podríamos llamar el lenguaje visual. Esta comunicación por medio de las imágenes se nos va haciendo gradualmente más familiar a todos con procesos técnicos como la fotografía instantánea, el cine, el vídeo, los ordenadores y los hologramas. La información visual es no lineal con respecto al tiempo, tal como podemos observar si observamos alguna de sus manifestaciones más frecuentes:

A. Percepción directa: tiempo presente. B. Memoria: tiempo pasado. C. Imaginación: pasado, presente o futuro. Sueños: tiempo onírico (no se liga con ningún otro tiempo). E. Precognición: tiempo futuro.

VERTIENTE ESOTERICA DE AGNA. A este centro se le denomina el tercer ojo con frecuencia y ha constituido casi una obsesión para muchas personas el poder despertarlo completamente, lo cual frecuentemente no ha sido sino el foco de variados problemas para ellas. Por eso nosotros preferimos hablar de limpieza, armonización y potenciación de los chakras, pero no de intentos artificiales de conseguir poderes a través del despertar de alguno de ellos en concreto. Debemos entender que a la naturaleza no se le puede engañar y que ella misma posee unos mecanismos de protección, a los cuales no es conveniente forzar. Una compensación adecuada de los chakras allí donde sea necesario llevará, con la tranquilidad y la autorrealización, a resultados mucho más interesantes y reales que los que se podrían conseguir con prisas y afanes de poder mental. Ello precisamente es digno de ser citado al hablar del chakra Agna, pues su despertar desequilibrado o descontrolado genera multitud de desbalances psíquicos. No se puede olvidar que los chakras son puertas interdimensionales, con lo que ellos abren nuestros sentidos y experiencias hacia otros mundos dentro de este mundo. Pero existe, como en todo, la ley de polaridad en relación con los chakras, por lo que su activación se puede provocar hacia el lado claro o bien hacia el lado obscuro. Agna es efectivamente la residencia de las capacidades de clarividencia, clariaudiencia, inspiración, contacto con los mundos psíquicos superiores, visión del aura, profecía, comunicación mística, oración, invocación, etc. Posee este chakra analogía con la Luna, planeta de la memoria y del inconsciente, así como con Neptuno, el astro de la sublimación psíquica y el subconsciente. Agna genera una gran capacidad de memoria, así como la habilidad para captar los estados psíquicos internos de las personas y de los diferentes ambientes. La citada capacidad memorística puede llegar inclusive a las anteriores encarnaciones y a episodios pasados de la historia de la humanidad. Neptuno, además, posibilita la comprensión de los arquetipos universales que residen en el subconsciente colectivo de la humanidad.



SEPTIMO NIVEL DE PODER:

SEPTIMO CHAKRA: SAHASRARA (LA CONCIENCIA).

Se sitúa físicamente en relación con la glándula pineal o epífisis. Es el llamado Loto de los Mil Pétalos en Oriente. Su regencia es con el Sol, el planeta de la conciencia, aunque también posee afinidad con Plutón, el astro que descubre los tesoros internos y que genera la autorrealización. El signo zodiacal afín es Leo. Este chakra se denomina también chakra corona o coronario porque es la coronación de todo el sistema. Este centro tiene relación con la conciencia cósmica y su nombre, Sahasrara, significa "multiplicado por mil". El cerebro humano contiene unos 13.000 millones de células nerviosas, cuyas posibles interconexiones pueden ser de un número superior a 10 billones. Esto significa que nuestra mente no posee limitaciones en cuanto a ser un soporte para la vivencia de estados de conciencia cada vez más amplios y completos. Se entiende por conciencia cósmica al entendimiento de un orden trascendental tanto en lo interno como en lo externo. Es más, algunos dicen que Sahasrara es el asiento del espíritu en tanto que punto de conciencia interno y sin dimensiones que nos acompaña a través de nuestro tránsito vital. Otros aseguran que es el punto a través del cual la chispa divina de Shiva entra en el cuerpo y le aporta su esencia. Nosotros no hemos creado la conciencia, sino que estamos hechos de ella, rodeados de ella y somos parte de ella. Desarrollar la conciencia es, en realidad, beber de esa fuente, así como participar en esa fuerza interpretando sus manifestaciones y entendiendo su origen. Alguien ha dicho que la cualidad más característica de la conciencia trascendente es su vacío, y esto es cierto en buena parte, ya que para que la conciencia pueda llenarse de la fuente es necesario que previamente se halla vaciado de otra serie de contenidos que la han estado ocupando.

VERTIENTE ESOTERICA DE SAHASRARA. Este es un chakra verdaderamente difícil de activar, puesto que ello implica por necesidad un grado importante de autocontrol, autorrealización e inclusive de iluminación. A pesar de ello, muchos megalómanos o maniáticos de lo grande a lo largo de la historia han despertado algo del séptimo chakra por el lado siniestro al constituir imperios de poder y, a veces, al morir con ellos. El chakra Sahasrara es el que posibilita el descubrimiento y la realización de las grandes obras sobre la tierra. El don de mando, la capacidad de organización y la autoconfianza son atributos relacionados con el astro solar. El símbolo de los alquimistas aquí se cumple perfectamente: el plomo o cualquiera de los metales o atributos inferiores es transmutado en el oro del séptimo chakra. Así, este centro representa verdaderamente una conciencia crística realizada. "Demasiada luz puede enceguecer" y no son pocos aquellos a los que en la historia se les ha dado la denominación de ángeles caídos, ya que han alcanzado cierto nivel de conciencia superior y en un momento dado el afán de poder o de sobresalir les ha literalmente "chamuscado". Recordemos a este efecto la leyenda de Icaro, que habiéndose acercado demasiado al Sol en su vuelo terminó por derretir la cera de sus alas fabricadas y pereció cayendo en el mar. La puerta que sirve para poder desenvolver equilibradamente este nivel de energía es la humildad, pero no es suficiente con la humildad fingida. "Primero verás mis reflejos, mas luego me verás cara a cara" o "serás probado una y mil veces", son algunas de las enseñanzas que pueden dar a entender algo en relación con este chakra, el cual sin duda alguna está por encima del nivel humano normal. Sólo podemos enclavar en este nivel a los escasos grandes conductores de la humanidad, los cuales tiene claro su papel y el cual llevan a cabo siempre con la verdad por delante. En realidad no se puede decir que éste sea un chakra como los demás, sino más bien la cumbre, el resultado o el fin de todo el proceso de equilibrio, activación y experiencia anteriores.



CAPITULO X. LA EXPERIENCIA CURATIVA.

PRIMER NIVEL DE PODER:

LA INICIACION.

Todas las cosas poseen un campo energético que las rodea y, a su vez, las cosas están interconectadas por medio de esos campos energéticos, con lo cual no existe espacio alguno que no los posea. Todo, incluido usted mismo, vive en un mar de energía. El arte de la curación espiritual requiere del desarrollo de la percepción extrasensorial, para lo cual es necesario entrar con cierta facilidad en un estado de conciencia ampliado, y para ello existen diferentes métodos. Podemos citar la meditación, también el jogging, el pasear al aire libre o el sentarse tranquilamente observando un paisaje como prácticas para el desarrollo de tales capacidades. Lo más importante es concederse el tiempo suficiente para escuchar el propio yo; es el momento que necesita la mente para permanecer silenciosa, pues ella por lo general siempre nos está diciendo qué es lo que vamos a hacer, cómo podíamos haber hecho mejor tal o cual cosa en el pasado, cómo podíamos haber triunfado para lograr algo, qué es lo que va mal dentro de nosotros, etc. Cuando se logra diluir este incesante murmullo, se abre ante nosotros todo un mundo de armoniosa y dulce realidad. El individuo comienza a integrarse más con el entorno y, al mismo tiempo, no sólo no pierde su individualidad, sino que la mejora. La curación o sanación espiritual está muy ligada al trabajo sobre el campo de energía que posee cada persona. Para tener una imagen más gráfica al respecto, podemos comparar el cuerpo humano con la llama de una vela. La primera capa, plano, estrato, dimensión o esfera es la llama en sí misma, que sería equivalente al cuerpo físico; en segundo término, encontramos la luz que despide la llama; y, en último lugar, podemos percibir la luz más tenue que se expande desde la vela por el resto de la habitación, abarcando toda ella. El campo energético humano está íntimamente relacionado con la salud y el bienestar de la persona. Si alguien está enfermo, tal circunstancia se refleja en su campo energético en forma de un flujo de energía desequilibrado o como energía estancada, lo cual los clarividentes observan como colores oscuros. Por el contrario, una persona saludable manifiesta en su aureola energética colores brillantes que fluyen con facilidad en un campo equilibrado. Según este principio, la mayoría de las enfermedades se inician en el campo energético, las cuales se transmiten posteriormente al cuerpo hasta convertirse quizás en una dolencia grave. El sanador, con la práctica, puede desarrollar un cierto proceso de clarividencia, y durante el tiempo que realiza la sesión de curación, o posteriormente, puede abrirse a una facultad denominada canalización (channeling). Esta información canalizada y que es relativa a la persona a la que se está curando, se puede presentar en forma de palabras, conceptos o imágenes simbólicas que penetran en la mente del sanador mientras él está reequilibrando el campo energético de su paciente. El proceso de curación consiste en el reequilibrio del campo energético, pero también en el cambio que ha de realizar la persona sobre su forma de vida, pues de alguna manera la enfermedad es un mensaje que el cuerpo transmite, diciendo: "aguarda un momento, algo no va bien, no prestas atención a todo tu ser; estás ignorando algo muy importante para ti. ¿Qué es?". El nuevo método curativo que se extiende como una mancha de aceite por los Estados Unidos es el arte de curar por la acción de las manos, sistema el cual pretende activar las propias energías que el paciente tiene dentro de sí mismo. Autocurarse significa transformarse a sí mismo y, la enfermedad, ya sea psicológica o física, le conducirá a un viaje de exploración y de descubrimientos que cambiará su vida por completo, de dentro hacia fuera.

Se entiende por campo energético humano (C.E.H.) a la aureola energética de cada individuo. Para percibirla, no sólo se requiere estudios y práctica sino también desarrollo personal interno. Esto exige cambios que aumentan la sensibilidad personal, de manera que se pueda aprender a diferenciar entre ruido mental interno y la sutil información que le llega al sanador, lo que sólo se puede lograr silenciando la mente. Hay abundantes pruebas de que muchos seres humanos están elevando en la actualidad sus cinco sentidos habituales hasta niveles suprasensoriales, lo cual en ningún momento puede llevar al buscador a la obsesión por un desarrollo de tales facultades, ya que si no están despiertas en el momento presente es porque es mejor así para la propia evolución personal. Hay que entender que este proceso de desarrollo de la percepción sensorial elevada es solamente un paso en la evolución natural de la raza humana y, además, en la de cada individuo, con lo cual se puede presentar en diferentes momentos para cada persona. Los pensamientos afectan a nuestros campos energéticos los cuales, a su vez, actúan sobre el cuerpo y nuestra salud. Entonces descubrimos que es posible dar un nuevo rumbo a la vida y la salud. Comprobaremos también que es posible recrear la propia experiencia o vivencia de la realidad a través de la transformación del campo energético. El C.E.H. es el medio por el cual se manifiestan o canalizan nuestras creaciones; además, es la llave que nos permite averiguar cómo podemos cambiar y recrear nuestra realidad si decidimos hacerlo. Se convierte en el medio por el cual hallamos la forma de acceder a lo más hondo de nuestro ser. Es un puente tendido hacia el alma, hacia nuestra vida interna, y hacia esa chispa de divinidad que hay dentro de cada uno de nosotros. Concédase con regularidad algún tiempo en privado para experimentar esta nueva relación. Permítase ser la luz de esa vela que se expande por el universo... Los sanadores hablan de la necesidad de aprender a "seguir la guía interna" para superar la enfermedad, o bien, para mantener la salud. Nos podemos hacer preguntas como éstas: "¿dónde siento molestias, en mi cuerpo o en mi vida?; ¿cuánto hace que las advertí?; ¿qué me están diciendo?; y, ¿qué he hecho para remediarlas?. Cualquier molestia en cualquier parte de su cuerpo o vida constituye un mensaje directo que le comunica que está desalineado con su auténtico yo, o con su guía interior. La práctica de escuchar hacia dentro le mostrará la guía interna directa o verbal. Quizás comience a recibir directrices verbales muy simples con una voz interior que suena dentro de usted, y cuya procedencia puede parecer como lejana. Con la meditación y la práctica, el estudiante empieza a reconocer la guía que ha estado presente a lo largo y a través de las grandes pautas de su vida. ¿Por qué un determinado acontecimiento ha sido seguido posteriormente por otro?. ¿Qué experiencia útil he utilizado de cada una de estas vivencias?. De ese modo, hilvanando el hilo o ruta esencial de nuestra vida, nos vamos percatando de que toda esta cadena de experiencias nos ha estado preparando para un determinado trabajo. Para unas personas, la sed de conocimiento ha sido un elemento fundamental de motivación y de guía en su vida, mientras que para otras lo ha constituido el afán de cumplir escrupulosamente con las propias responsabilidades. Esta motivación interior varía de una persona a la otra, pero cualquiera que haya sido la ruta fundamental de su vida, siempre llegamos a la misma conclusión: "todo ha sido por algo y para algo". Cuando algo se presenta frente a nosotros con una gran claridad, de manera que actuar sobre ello nos parece maravilloso y recreador, lo mejor es hacerlo sin dudarlo ni un momento, pues en tales términos se suele presentar la guía interior. Déjese fluir libremente por el curso de su vida, pues si no lo hace estará bloqueando su guía y su progreso.

Dentro de cada personalidad humana hay un niño, y este niño que llevamos dentro tiene una gran sabiduría, pues se siente conectado a todos los aspectos de la vida, al conocer el amor sin condiciones. Lo vamos cubriendo poco a poco a medida que nos hacemos adultos e intentamos vivir siguiendo sólo el dictado de la mente racional, lo cual nos limita. Es este niño interior el que debemos redescubrir para empezar a seguir la guía, retornando a la sabiduría abierta y confiada del niño que todos llevamos dentro.

SEGUNDO NIVEL DE PODER:



EL AURA HUMANA.

Expresiones tales como "sentí allí malas vibraciones" o "la energía del acto fue enorme" se van haciendo cada vez más populares en el lenguaje coloquial. A veces, cuando discutimos con alguien, podemos sentir como si extrajeran algo de nuestro plexo solar, y si alguien nos traiciona, podríamos percibir como si ese sujeto nos hubiera "apuñalado" en la citada región corporal. Por otra parte, hay situaciones en las que nos sentimos rodeados de amor, de cariño, y como bañados en un mar de dulzura, de bendiciones y de luz. Ambos extremos y ambos tipos de experiencias se basan en la dinámica de los campos energéticos. Existe un fluido de energía radiante que, en incesante movimiento, penetra los sólidos bloques de hormigón entre los que solemos vivir, y sus movimientos son cambiantes constantemente, como el mar. La ciencia ya ha demostrado que estamos constituidos por campos energéticos y así, por ejemplo, se miden las corrientes eléctricas del corazón con el electrocardiograma (E.C.G), y las del cerebro con el electroencefalograma (E.E.G). Además, el detector de mentiras puede medir el potencial eléctrico de la piel. Existe además un aparato llamado S.Q.U.I.D. (dispositivo de interferencia del cuanto superconductor) que ni siquiera entra en contacto con el cuerpo al medir los campos magnéticos que lo rodean. El doctor Samuel Williamson de la universidad de Nueva York afirma que el S.Q.U.I.D. permite obtener más información sobre el estado funcional del cerebro que un E.E.G normal. El doctor Inyushin de la universidad de Kazajstan, en la antigua U.R.S.S., ha realizado amplias investigaciones sobre el campo energético humano desde los años 50. Basándose en los resultados de sus experimentos, sugiere la existencia de un campo energético que él llama "bioplásmico", compuesto de iones, protones libres y electrones libres. El Dr. Inyushin apunta que el campo de energía bioplasmática es un quinto estado de la materia, más sutil que los cuatro niveles conocidos (sólido, líquido, gaseoso y plasma). Según los estudios que él ha realizado, parece haber un equilibrio entre partículas positivas y negativas relativamente estable dentro del bioplasma. Si se produce un desequilibrio grave, la salud del organismo se resiente. Además, el Dr. Inyushin ha descubierto que una cantidad importante de esta energía se irradia al espacio, con lo que es posible medir las nubes de partículas bioplasmáticas tras desprenderse del organismo. Como observamos, en nuestra época la ciencia está redescubriendo conceptos que ya se conocían desde muy antiguo. Así, la tradición espiritual de la India, que cuenta con más de 50 siglos de antigüedad, habla de una energía universal denominada Prana. En el tercer milenio antes de Cristo, los chinos estudiaron con profundidad la existencia de una energía vital a la que llamaron T`chi, fuerza la cual contiene dos polos, el Yinn y el Yang. La Kábala, teosofía mística judía surgida alrededor del año 538 a.C. denomina a esta misma energía Luz Astral. Los pitagóricos, alrededor del año 500 a.C. afirmaban que existe una energía que todo lo interpenetra, similar a la luz. En el siglo XIX Van Helmont y Mesmer observaron una fuerza que denominaron "magnetismo animal". A mediados del siglo XIX, el conde Wilhelm von Reichenbach dedicó 30 años a experimentar con el campo al que denominó fuerza "ódica". En 1.911, el Dr. William Kilner dio cuenta de sus estudios en el campo energético humano contemplándolo a través de pantallas y filtros coloreados. A mediados del siglo XX, los doctores George de La Warr y Ruth Rown construyeron nuevos instrumentos para detectar las radiaciones de los seres vivos, desarrollando la ciencia que llamaron radiónica, sistema para detectar, diagnosticar y curar a distancia sirviéndose del campo energético y biológico humano. El Dr. Wilhelm Reich, psiquiatra y colega de Sigmund Freud al principio del siglo XX, se interesó por una energía universal a la que denominó "orgónica". En síntesis, todas estas investigaciones a lo largo de la historia apuntan al hecho de que existe un campo energético humano (C.E.H) compuesto de partículas ínfimas y que tiene un movimiento semejante al de un fluido, como las corrientes de aire o de agua. Cuando dichas partículas sutiles se desplazan juntas formando nubes, los físicos suelen denominarlas plasmas. Muchas de las propiedades del C.E.H. medidas en laboratorio sugieren un quinto estado de la materia denominado bioplasma por algunos científicos. En síntesis, el campo energético humano (C.E.H.) está inmerso en el campo energético universal (C.E.U). El C.E.U. empapa a todos los objetos animados e inanimados que existen en el espacio y los conecta sutilmente entre sí; fluye de un objeto a otro y su densidad varía en relación inversa a la distancia desde su fuente. Sigue, además, la ley de la resonancia simpática, que es ese fenómeno que se produce cuando se golpea un diapasón y otro situado cerca comienza a vibrar en la misma frecuencia, produciendo idéntico sonido. Además, los observadores visuales que alcanzan a captar el C.E.U. revelan que un campo específico se puede encontrar muy organizado, pudiendo formar figuras de carácter geométrico, como pueden ser puntos de luz de carácter aislado, espirales, tramas de líneas, chispas y nubes. El campo palpita y se puede detectar mediante el tacto, el gusto y el olfato sutiles, y su sonido y luminosidad son también perceptibles para los sentidos superiores. Los investigadores de este campo afirman que el C.E.U. es básicamente sinérgico. Sinergia es "la acción cooperativa entre dos o más fuerzas (causas), cuyo efecto conjunto es superior a la suma de los efectos individuales". Es decir, este campo es justo lo opuesto a la entropía. Recordemos que la segunda ley de la termodinámica dice que "la entropía o desorden de las moléculas y del universo crece continuamente"; según esta ley, el desorden en el cosmos siempre está creciendo y, además, no es posible extraer más energía de algo que la que previamente se haya depositado en ese algo. Siempre se obtiene un poco menos de la energía que se puso en ese objeto inicialmente, por lo que jamás se ha logrado construir una máquina de movimiento perpetuo. Precisamente éste no es el caso del C.E.U., que parece que continúa siempre creando más energía, pues como el cuerno de la abundancia se mantiene eternamente lleno, por mucho que se tome o extraiga de él. Por tanto, el C.E.U. tiene un efecto organizador sobre la materia y es capaz de crear formas, por lo que cualquier cambio en el mundo material va precedido por una modificación de dicho campo. El aura humana o campo energético humano (C.E.H.) es la parte del C.E.U. relacionada con el ser humano. Basándose en sus observaciones, los clarividentes han creado modelos teóricos que dividen el aura en 7 capas, a veces denominadas cuerpos, estratos, planos o niveles, que se interpenetran y rodean mutuamente en envolturas sucesivas. Cada cuerpo subsiguiente está formado por sustancias más finas y vibraciones más altas que el cuerpo al cual rodea y penetra.

TERCER NIVEL DE PODER:



LAS SIETE ENVOLTURAS DEL CAMPO AURAL.

El esquema de siete niveles que vamos a plantear está en relación armónica con el concepto triunitario del ser humano: físico terrestre, astral, y espiritual. El mundo terrestre está en relación con las tres primeras capas del aura: la primera es el cuerpo etérico, que es la emanación bioplásmica del cuerpo físico; la segunda envoltura del aura es el nivel psíquico del plano terrestre humano (segundo chakra); y la tercera capa del aura es el nivel volitivo del plano terrestre humano (tercer chakra). El mundo astral se conecta directamente con el cuarto chakra, que cumple el requisito de ser el intermediario entre el nivel espiritual (los 3 chakras superiores) y el nivel terrestre (los 3 chakras inferiores). Recordemos que el plano astral también cumple precisamente esta función. El mundo espiritual se ve plasmado en las tres capas superiores del aura: la quinta envoltura es la expresión física del plano espiritual (quinto chakra); la sexta capa es el nivel psíquico del plano espiritual (sexto chakra); mientras que la séptima envoltura es el estrato volitivo del plano espiritual (séptimo chakra). Las capas o envolturas impares del campo aural están altamente estructuradas o definidas, mientras que las pares parecen estar compuestas por fluidos coloreados en constante movimiento. Así, la primera, tercera, quinta y séptima envolturas tienen una estructura definida, mientras que la segunda, la cuarta y la sexta están formadas por sustancias semejantes a fluidos, sin estructura determinada. Estas últimas cobran forma por el hecho de que atraviesan la estructura de las capas impares y, por ello, adoptan en cierto modo la de las capas estructuradas. Recordemos, además, que cada envoltura sucesiva penetra y atraviesa por completo todas las situadas bajo su nivel, incluyendo el cuerpo físico; y, de este modo, el cuerpo o envoltura psíquico-terrestre se extiende más allá del cuerpo etéreo, e incluye tanto a éste como al cuerpo físico. En realidad, la denominación de envoltura o capa es limitada, como ya sabemos. Tenemos, por tanto, siete cuerpos, todos los cuales ocupan el mismo espacio a la vez, cada uno extendiéndose más allá del precedente. Hay personas que caen en el concepto erróneo de pensar que el aura se puede despojar de capas consecutivas como se hace con una cebolla, pero no es así.

Las capas estructuradas (impares) contienen todas las formas del cuerpo físico, incluyendo sus órganos internos, vasos sanguíneos, etc., además de otras formas adicionales de las que carece éste. Existe un flujo vertical de energía que se desplaza hacia arriba y hacia abajo por el campo, en coincidencia con la espina dorsal, por el ya descrito Sushumna. Este flujo vertical de energía se extiende hacia el exterior, más allá del cuerpo físico, por encima de la cabeza y por debajo del coxis. Es la corriente de fuerza vertical principal. El campo del aura, además, presenta torbellinos turbulentos de forma cónica, denominados chakras. Sus puntas señalan hacia dentro, hacia la corriente de fuerza vertical principal, mientras que la apertura de cada cono señala hacia el exterior. Cada envoltura parece distinta y posee su propia función, y está en relación directa con un chakra. Es decir, la primera envoltura aural está asociada con el primer chakra, la segunda con el segundo chakra, y así sucesivamente. Simultáneamente, cada uno de los siete chakras posee siete capas, y cada una de éstas está unida con una envoltura del campo aural. Cada chakra posee un aspecto distinto en cada uno de dichos niveles. Así, la energía puede fluir de una a otra envoltura aural a través de un chakra. En la figura, se puede ver la energía que fluye al interior de estos chakras proveniente del campo energético universal. Cada torbellino turbulento de energía parece recoger energía del C.E.U. Su funcionamiento se asemeja al de los torbellinos de agua o aire, como remolinos, ciclones, tornados, trombas marinas y huracanes. Además, los chakras 2, 3, 4, 5 y 6 de la parte delantera del cuerpo poseen su par en el dorso, y ambos juntos se consideran como manifestaciones de un solo chakra. Los aspectos frontales están relacionados con la voluntad y con la acción sobre el medio ambiente, mientras que los dorsales son los centros por los cuales captamos las sensaciones del exterior. Además de los siete chakras mayores descritos, ligados a los siete principales plexos nerviosos del cuerpo, existen otros 21 chakras menores, en los cuales se entrecruzan líneas energéticas relativamente importantes. Las posiciones de los chakras menores son las siguientes: uno delante de cada oreja, uno detrás de cada ojo (no se muestran en la figura), uno donde se unen las dos clavículas, uno cerca de la glándula timo, uno encima de cada tetilla, uno conectado con el estómago, dos conectados con el bazo, uno cerca del hígado, uno cerca del plexo solar, uno relacionado con cada gónada, uno en la palma de cada mano, y uno en la planta de cada pie. Los chakras menores situados en las palmas de las manos son muy importantes para la curación. Hay, además, una cantidad importante de puntos energéticos que son algo así como minúsculos torbellinos, y que se corresponden con los puntos de acupuntura de la medicina china. Somos como esponjas en el mar de energía que nos rodea. Hemos de trabajar conscientemente para abrir muy despacio cada chakra a nuevas realidades, puesto que es necesario disponer del tiempo suficiente para procesar el nuevo potencial personal que se libera, y así integrar la nueva información en nuestra vida. Es importante abrir los chakras de forma gradual para aumentar nuestro flujo energético, pero no necesariamente el disponer de más energía significa estar más sanos. Primero hay que detectar si existe un desequilibrio de energía o un bloqueo del flujo energético en el chakra puesto que, si no, podría ser perjudicial aumentar el nivel de energía en él sin haberlo balanceado previamente. Por tanto, el desequilibrio o la falta de flujo energético chákrico conduce indefectiblemente a la enfermedad, además de deformar las percepciones y embotar nuestras sensaciones, interfiriendo en una experiencia serena de vida completa. Sin embargo, no estamos psicológicamente preparados para abrir un poco más un chakra sin haber realizado previamente un trabajo de base, desarrollando la madurez y la claridad. Es importante entender que abrir un chakra no significa necesariamente que éste vaya a pasar de 6 cms. a tener 7 cms. de diámetro, por ejemplo. En realidad, sería más conveniente y exacto usar la expresión "abrir un chakra a otra realidad" antes que decir simplemente "abrir un chakra"...

Igualmente, cuando se cita que un chakra se encuentra "cerrado", hay que interpretarlo en el sentido de que la persona está un tanto remisa, poco dispuesta o "evasiva" ante el subplano vibratorio de experiencias que está penetrando por el chakra. Cuanto más tiempo la persona se niegue a asimilar con su consciencia las vibraciones que está recibiendo, más probabilidades hay de que el ciclo en cuestión se dilate. Las interpretaciones incorrectas acerca de chakras "cerrados" y chakras "abiertos" provienen del hecho de que tratamos de comparar los fenómenos de los planos sutiles directamente con lo que sucede en el nivel físico, lo cual no tiene por qué ser cierto. Una vez que hemos aclarado lo que es la "apertura" y el "cierre" de un chakra, podemos definir perfectamente los tres estados posibles en un chakra (hipoactivo, equilibrado, e hiperactivo. El chakra "HIPOACTIVO" es generalmente el que se encuentra "cerrado". En el chakra "EQUILIBRADO" existe fluidez en la entrada y salida de las energías y experiencias que éste está captando y emitiendo. Por tanto, un chakra "equilibrado" es aquél que posee un estado de apertura "controlada" o "moderada" hacia un determinado subplano vibratorio de experiencias. El chakra "HIPERACTIVO" es el que se encuentra "excesivamente abierto" a un subplano determinado de experiencias (apertura incontrolada), con lo que la persona está abrumada, desbordada o incluso "atragantada" con las energías que está recibiendo y con las respuestas que ese nivel vibratorio le exige. En cambio, cuando hablamos de chakra "BLOQUEADO", sí existe una mayor conexión con lo que entendemos por "bloqueamiento" en el plano material. Enfrente de un chakra bloqueado existe una "nube psíquica" o "forma psíquica" de un determinado color que está "taponando" o "filtrando" la abertura del chakra en cuestión. Al tema de las formas mentales le dedicaremos un apartado posteriormente. Los chakras, situados en nuestro campo aural, tienen tres funciones principales: A. Revitalizar cada uno de los siete cuerpos aurales y, con ello, el cuerpo físico. B. Provocar el desarrollo de distintos aspectos de la autoconciencia. Cada chakra está relacionado con una función psicológica específica, tal como se ha estudiado. C. Transmitir y realizar intercambios de energía entre los diferentes niveles del aura. Recordemos que cada envoltura del aura humana tiene su propio "juego" de siete chakras mayores. Por ejemplo, el cuarto chakra existe en siete niveles, cada uno en una banda de frecuencias más alta que el inferior. Los chakras parecen estar alojados uno dentro de otro, como si fueran vasos de papel cónicos encajados. Cada chakra de una capa superior es ligeramente más ancho que el de la envoltura inferior. La energía se transmite de un nivel aural al siguiente a través de canales o pasajes situados en las puntas de los chakras, o vértices de los conos. Muchas personas tienen estos pasajes muy cerrados, y éstos se abren como resultado del trabajo de purificación interna y, así, los chakras se convierten en transmisores de energía de un estrato del aura al otro. En la literatura esotérica oriental se considera que cada uno de los chakras tiene cierto número de pétalos. Los clarividentes al observarlos de cerca advierten que estos pétalos en realidad se asemejan a mini torbellinos giratorios que ruedan a velocidades muy altas dentro del torbellino mayor que es el chakra en sí, y que cada minitorbellino metaboliza una vibración energética específica. Cada chakra mayor, aparte de con una glándula endocrina y un plexo nervioso, posee relación con determinadas zonas del cuerpo. Así, el séptimo chakra se conecta con el cerebro superior o córtex; el sexto chakra, con el cerebro inferior, los ojos, las orejas y la nariz; el quinto chakra está conectado con el aparato bronquial y vocal, y los pulmones; el cuarto chakra rige el corazón, la sangre, el nervio vago y el sistema circulatorio; el tercer chakra se conecta con el estómago, el hígado y la vesícula biliar; el segundo chakra se interrelaciona con los riñones y la vejiga; y, por último el primer chakra con el sistema reproductor; además, cada chakra rige la parte de la columna que se encuentra aproximadamente a su altura. Los chakras desde el punto de vista energético absorben la fuerza universal primaria (T'chi, Prana, etc.) y la canalizan a continuación a lo largo de unos ríos llamados nadis, y concretamente hacia el sistema nervioso, las glándulas endocrinas y la sangre, para nutrir el cuerpo.

  • CUERPO ETEREO. 1er NIVEL DEL AURA. Este cuerpo consiste en una estructura definida de líneas de fuerza, a la manera de una matriz energética, sobre la que se forma y se sustenta la materia física que compone el tejido corporal. Los tejidos físicos existen como tales sólo gracias al campo vital etéreo que los respalda.

  • CUERPO PSIQUICO-TERRESTRE. 2ordm; NIVEL DEL AURA. El segundo cuerpo aural está asociado con los sentimientos y la psiquis. Si los sentimientos y emisiones psíquicas de la persona son limpios y vivos, este aura toma colores brillantes. En ocasiones, una persona puede lanzar formas o manchas energéticas de un color determinado hacia el aire que le rodea, algo que los clarividentes pueden observar por ejemplo cuando el individuo da rienda suelta a sus sentimientos en una sesión de psicoterapia.

  • CUERPO VOLITIVO-TERRESTRE. 3er NIVEL DEL AURA. Está ligado con la conciencia y la voluntad, todavía dentro del nivel de la materia. Este tercer cuerpo aural se extiende más allá del psíquico y está compuesto de partículas todavía más finas, todas ellas relacionadas con los procesos mentales y los actos de voluntad de carácter concreto. Este aura se expande y se hace más brillante cuando la persona está concentrada en procesos mentales o volitivos. Dentro de este campo se pueden ver formas de pensamiento que aparecen como brochazos o manchas de brillo de contornos variables. Cuanta más clara y definida sea la idea o el acto de voluntad, más clara y definida será la forma de pensamiento relacionada.

  • CUERPO ASTRAL. 4ordm; NIVEL DEL AURA. Está asociado al chakra del corazón, que es el crisol transformador a través del cual debe pasar la energía cuando va del mundo superior al inferior, o viceversa; es decir, las fuerzas espirituales deben de pasar por el nivel del corazón para transformarse en energías físicas y materializables, y las energías físicas han de atravesar el corazón para "metabolizarse" en fuerzas espirituales. Cuando dos personas se enamoran, entre sus respectivos corazones se pueden percibir bellos arcos de luz rosada, conectando el cuarto chakra de ambos entre sí. Cuanto más prolongadas y profundas son las relaciones, más lazos existen y más fuertes son. Cuando las relaciones se rompen, los lazos se desgarran, causando en ocasiones un profundo dolor. El período en el que se supera una ruptura consiste en la desconexión de dichos lazos hasta lograr que se enraícen de nuevo en el campo energético individual. Entre las personas se generan numerosas interacciones en el nivel astral. Por ejemplo, se produce un intercambio de diversas formas psíquicas coloreadas, las cuales atraviesan rápidamente el espacio entre las personas cuando éstas se hallan reunidas en una habitación. Por ejemplo, algunas de estas formas o manchas pueden ser agradables o de tipo desagradable, simpáticas o antipáticas, etc.

  • CUERPO FISICO-ESPIRITUAL. 5ordm; NIVEL DEL AURA. Es el nivel en el cual el sonido crea materia, y en el que la curación mediante el sonido resulta más efectiva.

  • CUERPO PSIQUICO-ESPIRITUAL. 6ordm; NIVEL DEL AURA. Es el plano a través del cual experimentamos el éxtasis y la visión espiritual.

  • CUERPO VOLITIVO-ESPIRITUAL. 7ordm; NIVEL DEL AURA. Es el normalmente llamado huevo áureo o huevo dorado, cuyo volumen o espacio abarca las demás manifestaciones o envolturas aurales. Este nivel contiene el plan de vida y, más allá de él, se encuentra el plano cósmico.

    CUARTO NIVEL DE PODER:



    DIAGNOSTICO DE UN CHAKRA O CENTRO ENERGETICO.

    Hay fundamentalmente cinco técnicas para diagnosticar un chakra:

  • A. La visualización directa del chakra. Esto es algo que está limitado o vedado exclusivamente a los clarividentes, y ni siquiera a cualquier clarividente, ya que se necesita la capacidad para ver en los distintos planos sutiles a voluntad y con un grado de nitidez extraordinariamente grande. Obviamente, no nos vamos a centrar en este método por las citadas razones.

  • B. Mediante la acupuntura. Este sistema tradicional chino permite realizar un diagnóstico a través del conocimiento y la intervención sobre los llamados meridianos y los diferentes puntos de acupuntura, conocimientos a partir de los cuales se pueden hacer inferencias o deducciones indirectas acerca del estado de cada uno de los chakras. Esta técnica no la abordaremos en el presente Curso debido a que es parte de los conocimientos del acupuntor.

  • C. Mediante la sensibilidad de las palmas de las manos. Es una técnica que está al alcance de prácticamente cualquier persona que tenga una cierta sensibilidad y, sobre todo, que practique con suficiente interés. Se trata de colocar las manos sobre cada uno de los chakras individualmente, realizando un mudra o posición especial de los dedos de las manos, para de esa forma tratar de captar los tres estados fundamentales que se pueden dar en un chakra: 1. Déficit de energía (hipoactividad) o estado de cierre. 2. Equilibrio. 3. Exceso de acumulación de energía (hiperactividad), ligado a una apertura desorbitada. Este sistema será tratado más adelante en detalle.

  • D. Mediante el uso del péndulo. Este es un sistema que será de un uso relativamente sencillo para las personas que están habituadas a la radiestesia. En caso contrario, es también posible mediante el ejercicio y la práctica poder llegar a usar con fiabilidad el péndulo en el diagnóstico de un chakra o centro energético. Nosotros en el presente Curso vamos a dedicar también un espacio tanto teórico como práctico a este sistema.

  • E. Mediante el diagnóstico psicológico. Es un método al alcance de cualquier persona, y a él vamos a dedicarle lo suficiente como para que usted adquiera el esquema de conocimiento necesario para aplicarlo. Se trata de, mediante la entrevista personal, hablar con el paciente y obtener una serie de datos que nos van a ser fundamentales para establecer el grado de expansión, equilibrio o contracción de cada uno de los chakras. @18-UN-B = DIAGNOSTICO DE UN CHAKRA MEDIANTE MUDRAS DE SENSIBILIDAD PSIQUICA. Usted puede desarrollar sensibilidad en sus manos y practicar la detección y lectura de cada chakra colocando las palmas de las manos sobre ellos individualmente. Recuerde que los chakras poseen una apertura frontal y otra dorsal, con lo que el diagnóstico ha de realizarse por separado tanto por un lado como por el otro. Por ejemplo, si va a diagnosticar el segundo chakra, habrá de colocar sus manos tanto sobre la apertura frontal de éste, como posteriormente sobre la apertura dorsal. Cada chakra está continuamente emitiendo y liberando energías y, como ya habíamos visto, son fundamentalmente tres estados los que se pueden dar en un chakra determinado: hipoactivo, hiperactivo, y equilibrado. Un mudra muy utilizado es el triangular, que ya conocemos, con forma de un triángulo equilátero, siendo uno de sus tres lados un dedo índice, el segundo lado el otro dedo índice, y el tercer lado lo conforman los dos pulgares colocados en línea recta y unidos por sus puntas. Obviamente, las palmas de las manos miran hacia abajo, hacia el chakra. En ocasiones, es posible captar el estado del chakra dejando inmóvil el mudra sobre éste pero también se pueden hacer ligeras pasadas hacia adelante para dar un efecto de lectura dinámica. El otro mudra que también se usa con frecuencia se hace simplemente colocando las manos con sus dedos extendidos y unidos, colocando juntos los dedos índices, con lo que quedan ocho dedos completamente paralelos y pegados unos a otros. Los pulgares quedan cruzados formando una V hacia el lado del dorso de ambas manos. Luego, se forma un tejado con un mínimo de inclinación entre los cuatro dedos de la mano izquierda y los cuatro dedos de la mano derecha, aunque hay personas que con más flexibilidad en las manos pueden evitar esta forma del tejado y dejar los ocho dedos completamente planos. Las tres posibles sensaciones a captar son muy sencillas. Si el chakra se encuentra hipoactivo (cerrado o contractivo), al colocar las palmas sobre el chakra o al deslizar las palmas frente al chakra, se percibe como una especie de "HONDONADA" de energía. Si el chakra está hiperactivo (demasiado abierto o hiperexpansivo), se siente como una especie de "MONTICULO" o "peta " de energía. Por último, si el chakra está equilibrado (apertura controlada), se percibe el campo de fuerza como si estuviera "LISO".

    DIAGNOSTICO DEL CHAKRA POR EL PENDULO. Si quiere realizar un diagnóstico de los chakras delanteros, dígale a su paciente que se acueste de espaldas, y si va a medir el nivel de energía de los chakras dorsales, entonces pida a la persona que se tienda boca abajo. Para realizar esta medición energética, coloque el péndulo colgado de un cordón de unos 15 cms. de largo en vertical sobre la ubicación del chakra. Entonces habrá de dejar su mente despejada y en un estado de vacío y receptividad tan amplio como pueda. El péndulo ha de estar situado lo más cerca posible del cuerpo pero sin llegar a tocarlo. Como sabe, la energía de usted se transmitirá por su mano, su brazo y llegará hasta el péndulo para accionarlo, y entonces se producirá una interacción con el campo de fuerza del paciente, haciendo que el péndulo comience su oscilación. Normalmente el péndulo va a dibujar una circunferencia imaginaria por encima del cuerpo del individuo. Pero también puede ocurrir que el péndulo adopte un circuito con forma de elipse o, inclusive, un movimiento en línea recta. Como patrón menos regular, cabe la posibilidad de que el movimiento sea errático o indefinido. El sentido de giro del péndulo, el diámetro de giro, y el tipo de figura descrita, nos dan información acerca de la cantidad y la pauta de las energías que están fluyendo a través del chakra:

  • A. SENTIDO DE GIRO. Como norma general, se puede decir que un movimiento del péndulo en el sentido de las manecillas del reloj (sentido evolutivo) significa un chakra que está metabolizando energías de forma armónica, completa, consciente, relajada y continua, lo cual indica que las sensaciones y experiencias psicológicas análogas a este centro son plenas y en general equilibradas. Por el contrario, cuando el péndulo se mueve en sentido contrario de las agujas del reloj (sentido involutivo), ese chakra está metabolizando energías de manera desarmónica, incompleta, inconsciente, tensa y discontinua, lo que se interpreta como un área psicosomática problemática. En este caso, probablemente la persona tiene ciertas experiencias de carácter desarmónico en asuntos análogos con el chakra en cuestión.

  • B. DIAMETRO DE GIRO. El tamaño o diámetro del círculo dibujado por el péndulo se conecta con la cantidad de fuerza que está fluyendo en ese momento a través del chakra. Si el péndulo está marcando un círculo amplio, significa que está circulando una gran cantidad de energía, y viceversa. Si se trata de un movimiento en forma de elipse, se tendrá en cuenta el diámetro mayor, de punta a punta. Por ello, existe una relación directa entre el diámetro del movimiento y el grado de apertura del chakra, entendiendo que "apertura" no significa tamaño físico del chakra, sino nivel de actividad. Es muy difícil que se presente un diámetro pendular superior a 15 cm., a excepción de que la persona esté abusando de un chakra en concreto, o que se encuentre muy abierta justo después de una intensa experiencia espiritual, momento en el cual se abren la mayoría de los chakras. Hay casos extremos en los que el diámetro de un movimiento circular puede llegar hasta 30 cms. Como veremos a continuación, el extremo opuesto al chakra muy abierto es el chakra que está casi totalmente cerrado, lo cual se manifiesta cuando el péndulo se queda completamente inmóvil sobre él. En general, se puede decir que lo ideal es que el grado de fuerza (amplitud del círculo pendular) de los siete chakras sea aproximadamente similar. Es decir, es lógico pensar que si hay un chakra excesivamente abierto y otro tremendamente cerrado, no existe un equilibrio global adecuado.

  • C. TIPO DE FIGURA DESCRITA. 0. GENERALIDADES. Un movimiento pendular ELIPTICO nos habla de un desequilibrio hacia la derecha o hacia la izquierda del flujo energético en el organismo. El término de izquierda o derecha se relaciona con los respectivos costados del cuerpo del paciente, es decir, al hablar de derecha nos estamos refiriendo al lado correspondiente a su mano derecha y a su pierna derecha, y viceversa. Recordemos que el lado derecho del cuerpo es de carácter Yang, es decir, activo, expansivo, eléctrico, quizás agresivo o estresado, y en ocasiones espiritual o bien utópico; mientras que el lado izquierdo corporal es Yinn o, lo que es lo mismo, pasivo, receptivo, magnético, imaginativo, conservador, a veces depresivo, sensible, y en ocasiones conformista. Hay dos tipos de patrón ELIPTICO DIAGONAL, siendo el primero cuando el péndulo oscila hacia arriba a la izquierda (y abajo a la derecha), y la segunda cuando el péndulo oscila hacia arriba al lado derecho (y abajo a la izquierda). Cuando la elipse se inclina hacia ARRIBA A LA IZQUIERDA, entonces el chakra encuentra un desarrollo de sus atributos hacia la vertiente introvertida, sensible, pasiva y magnética. En cambio, se ha observado que cuando el péndulo describe una elipse inclinada hacia ARRIBA A LA DERECHA del sujeto, el chakra en cuestión tiene más desarrollado su aspecto activo, expansivo, agresivo, eléctrico y extrovertido. No se olvide que el concepto de "hacia el costado derecho" o "hacia el costado izquierdo" depende de si el paciente se haya en ese momento boca abajo o boca arriba. Para no confundirse, la regla es muy sencilla: siempre sepa dónde tiene el paciente su brazo derecho y dónde tiene su brazo izquierdo. El desbalance izquierda-derecha es tanto mayor cuanto más amplio sea el movimiento de vaivén del péndulo. El desbalance izquierda-derecha más agudo sucede cuando el movimiento oscilante del péndulo define un ángulo de 45 grados en relación con el eje vertical el cuerpo, como sucede en los casos estándar 13 y 14 (LINEAL DIAGONAL). Además, como acabamos de decir, el grado de disonancia izquierda-derecha será mayor en un recorrido del péndulo de 12 cm. que en otro caso en que sólo sea de 7 cm., por ejemplo. La misma regla para medir el grado de agudeza de un desbalance es aplicable al movimiento oscilante del péndulo en sentido LINEAL VERTICAL (caso estándar 11) o LINEAL HORIZONTAL (caso estándar 12). La oscilación lineal vertical indica que el sujeto está desviando toda la energía del chakra en dirección vertical, lo que significa que está insistiendo en los factores abstractos o externos del mismo pero, a la vez, evitando la interacción personal responsable con el medio ambiente. El movimiento lineal horizontal, en cambio, significa que el individuo está reteniendo y compactando las energías de carácter material e introvertido del chakra, pero que la dirección consciente o mental que les da es relativamente pobre. Los casos estándar 16 y 17 muestran un patrón más bien CAOTICO,el primero en el sentido en las agujas del reloj, y el segundo en sentido contrario a las mismas. Cuando se observe uno de estos movimientos, el terapeuta sabrá que en el paciente están ocurriendo un montón de cosas, y entonces habrá de centrar la atención en el chakra que está sufriendo este proceso. Si se trata de un movimiento tipo 16, entonces la persona está preocupada y muy atareada con las experiencias relativas a dicho chakra, y probablemente está tratando de abarcar más actividades de las que puede sobrellevar en realidad. En el caso 17, el caos es más bien de carácter negativo, y la persona hasta cierto punto se está viendo desbordada por las circunstancias e, inclusive, puede estar tratando de "batirse en retirada". Un chakra que permanece desarmónico (sentido involutivo), pero que posee un diámetro de oscilación grande, como en el ejemplo estándar 6, puede llegar a reducir su diámetro progresivamente y, llegado un momento, cambiará su sentido de giro y aumentará de nuevo su diámetro, pero ya en la dirección armoniosa, hasta hacerse similar al ejemplo estándar 1. Inclusive, con cierta frecuencia, un chakra del tipo 6, como por ejemplo en el plexo solar o el corazón, puede reconvertirse en un patrón estándar de tipo 1 en un espacio de tiempo tan breve como cinco minutos de llanto profundo o de exteriorización intensa de las emociones. Es también probable que, a la vuelta de la esquina, retorne de nuevo al patrón estándar 6, pero en la siguiente ocasión en que vuelva al patrón estándar 1 el tiempo en que este último se mantenga va a ser algo mayor, y así sucesivamente hasta que ese chakra, de forma relativamente estable, se mantenga en un patrón de tipo 1. Esto puede suceder cuando el paciente necesita varias sesiones de terapia psicológica a lo largo de algunos meses para llegar a invertir de manera estable el ciclo desde un patrón de tipo 6 hasta un patrón estándar 1. Veamos ahora los diferentes patrones que se pueden dar.

    1. CIRCULAR/EVOLUTIVO.

    A través del chakra en cuestión se produce una clara y equilibrada percepción de la realidad, además de adecuadas respuestas a las experiencias que se presentan.

    2. ELIPTICO/DIAGONAL/DERECHO/EVOLUTIVO.

    La percepción y acción a través del chakra en cuestión está desbalanceada hacia la polaridad Yang, dando lugar a idealismo, cierta precipitación, y demasiada espontaneidad. A la vez, hay poca conciencia introspectiva sobre los asuntos del chakra.

    3. ELIPTICO/DIAGONAL/IZQUIERDO/EVOLUTIVO.

    La percepción y acción a través del chakra en cuestión está desbalanceada hacia la polaridad Yinn, dando lugar a pasividad, mucha imaginación y repliegue sobre el propio yo. A la vez, se ejerce poca voluntad de acción y decisión sobre los asuntos ligados al chakra.

    4. ELIPTICO/VERTICAL/EVOLUTIVO.

    La percepción y acción a través del chakra en cuestión está muy sesgada hacia la polaridad Yang, dando lugar a entusiasmo desmedido, empuje sin ton ni son, calentamiento y demasiada extroversión. A la vez, hay una poca conciencia introspectiva sobre los asuntos del chakra, con lo que la solución a los problemas se ve más que nada fuera.

    5. ELIPTICO/HORIZONTAL/EVOLUTIVO.

    La percepción y acción a través del chakra en cuestión está muy sesgada hacia la polaridad Yinn, dando lugar a pasividad, imaginación poco controlada, y demasiada sensibilidad. A la vez, hay una poca acción exterior sobre los asuntos del chakra.

    6. CIRCULAR/INVOLUTIVO.

    La persona está metabolizando las energías y experiencias que circulan por el chakra, pero ella no se encuentra cómoda sino algo tensa en la asimilación de las mismas. Además, no hay un grado suficiente de conciencia acerca del porqué de lo que está sucediendo. Así, al no haber un plan consciente de actuación, se da una cierta discontinuidad en la "digestión" de las experiencias y sensaciones, quedando algunas en estado de espera en los niveles subconscientes.

    7. ELIPTICO/DIAGONAL/DERECHO/INVOLUTIVO.

    La percepción y acción a través del chakra en cuestión está desbalanceada hacia la polaridad Yang, dando lugar a tensión, rigidez y demasiada extroversión. A la vez, hay poca conciencia introspectiva sobre los asuntos del chakra.

    8. ELIPTICO/DIAGONAL/IZQUIERDO/INVOLUTIVO.

    La percepción y acción a través del chakra en cuestión está desbalanceada hacia la polaridad Yinn, dando lugar a pasividad, susceptibilidad y demasiada introversión. A la vez, se ejerce poca voluntad de acción y decisión sobre los asuntos ligados al chakra.

    9. ELIPTICO/VERTICAL/INVOLUTIVO.

    La percepción y acción a través del chakra en cuestión está muy sesgada hacia la polaridad Yang, dando lugar a euforia desmedida, temeridad, sobrecalentamiento y demasiada extroversión. A la vez, hay una muy poca conciencia introspectiva sobre los asuntos del chakra, con lo que la solución a los problemas se ve más que nada fuera.

    10. ELIPTICO/HORIZONTAL/INVOLUTIVO.

    La percepción y acción a través del chakra en cuestión está muy sesgada hacia la polaridad Yinn, dando lugar a hiperpasividad, imaginación poco controlada, y susceptibilidad. A la vez, hay muy poca acción exterior sobre los asuntos del chakra.

    11. LINEAL/VERTICAL.

    La percepción y acción a través del chakra en cuestión está totalmente desbalanceada hacia la polaridad Yang, dando lugar a tensión, rigidez, agresividad, sobrecalentamiento y demasiada extroversión. A la vez, hay una nula conciencia introspectiva sobre los asuntos del chakra, con lo que la solución a los problemas siempre se verá como algo externo.

    12. LINEAL/HORIZONTAL.


    La percepción y acción a través del chakra en cuestión está muy sesgada hacia la polaridad Yinn, dando lugar a hiperpasividad, imaginación descontrolada, depresión, dejadez y susceptibilidad. A la vez, hay una nula acción exterior sobre los asuntos del chakra.

    13. LINEAL/DIAGONAL/DERECHO.

    La percepción y acción a través del chakra en cuestión está muy desbalanceada hacia la polaridad Yang, dando lugar a tensión, rigidez, agresividad, precipitación, y demasiada extroversión. A la vez, hay poca conciencia introspectiva sobre los asuntos del chakra.

    14. LINEAL/DIAGONAL/IZQUIERDO.

    La percepción y acción a través del chakra en cuestión está desbalanceada hacia la polaridad Yinn, dando lugar a pasividad, evasión, susceptibilidad y demasiada introversión. A la vez, se ejerce muy poca voluntad de acción y decisión sobre los asuntos liagados al chakra.

    15. INMOVIL. Diámetro: 0 cms.

    El chakra está cerrado completamente. Esto se puede deber a que ese centro de fuerza está en ese preciso instante invirtiendo su sentido de giro, o bien, que el sujeto ha abusado del funcionamiento físico o psicológico asociado a dicho chakra, y que lo ha refrenado, hasta el punto que el centro de fuerza ha dejado de girar y ya no metaboliza energía alguna procedente del C.E.U. Obviamente, este estado no se puede prolongar durante mucho tiempo, ya que daría lugar a una enfermedad, física, psíquica o psicosomática.

    16. CAOTICO/EVOLUTIVO.

    Gran actividad, dispersión, desorden y falta de medida del tiempo en la acción sobre los asuntos propios del chakra.

    17. CAOTICO/INVOLUTIVO.

    Desbordamiento, preocupación sin dar una salida clara a la tensión interior, y tendencia a enredar más las cosas por actuaciones inconscientes decididas de forma desordenada.


    Además, cualquiera de estos patrones puede variar en cuestión de horas si hay un cambio interno importante en la persona, o bien, podría permanecer estable durante meses o años.

    QUINTO NIVEL DE PODER:



    LAS FORMAS MENTALES Y EL AURA.

    Desde el punto de vista de la Psicología Trascendental o profunda, cada persona posee unos determinados esquemas con los que filtra y asimila sus experiencias, que en realidad lo que hacen es construir "la realidad" de la persona. Es decir, en función del sistema de creencias, las ideas filosóficas, las concepciones acertadas o erróneas de la realidad, y la forma de pensar, el ser humano ve, observa y tamiza la realidad objetiva para constituir lo que podríamos llamar la realidad personal. Esta realidad personal o subjetiva puede ser analizada y estudiada por el terapeuta, ya que en origen se basa y se sustenta en determinados esquemas psíquicos e ideas bastante concretas en torno a los cuales gira la visión que la persona tiene del mundo. Así, por ejemplo, con definiciones de la realidad como "todos los hombres son crueles", "el amor es débil", "controlarse abre todas las puertas", "con la flexibilidad se consigue todo", "más vale lo que tienes en tus manos que lo que ves en tu imaginación", etc., el ser humano establece superesquemas mentales según los cuales da forma a la realidad que observa o persigue. Estos supraconceptos o superesquemas mentales, desde el punto de vista esotérico pueden ser estudiados e interpretados como espacios o formas de realidad, a los cuales el ser humano va dando mayor fuerza y entidad progresivamente. Es decir, se trata de niveles de realidad que en los planos sutiles se plasman como conglomerados de energía psíquica o mental, los cuales en cierta medida podemos imaginar como una especie de nubes psíquicas con una coloración determinada. En realidad, se trata de algo mucho más complejo, ya que no estamos hablando de una simple nube de vapor coloreado, sino de una estructura de partículas mentales y, por tanto, de partículas "inteligentes" organizadas. Así, se puede decir que nosotros somos creadores o emanadores de las realidades que nos circundan, al menos en buena parte. Obviamente, muchas de las experiencias que se nos presentan vienen dadas por un componente evolutivo, según el cual vivimos aquello que nos hace falta vivir para desarrollar nuestra conciencia, con lo cual de alguna manera estamos sometidos a una especie de plan de estudios o plan pedagógico de evolución de la conciencia. Pero, simultáneamente, nuestras emanaciones de pensamientos hacia afuera -hacia el espacio mental- van generando estructuras mentales organizadas, muchas veces de una tremenda energía, y en las cuales nos vemos inmersos, muchas veces sin darnos cuenta, pensando que tal experiencia nos ha llegado fortuitamente. Sin embargo, las hemos ido generando y alimentando nosotros mismos con una serie o cadena de pensamientos, a veces conscientes y a veces subconscientes, que se han ido estructurando, organizando y energetizando en el entorno de nuestra aureola astral. Para los clarividentes, estas formas mentales o formas de pensamiento son realidades energéticas observables, que irradian colores con diversas intensidades. Su forma y su intensidad son resultado directo de la energía o la importancia que la persona les ha concedido. Así, las formas mentales son creadas, construidas y sostenidas por sus dueños mediante sus cadenas de pensamientos habituales. Cuanto más definidos y claros sean estos pensamientos, más definida será la forma y, lo que es muy importante, la naturaleza y fuerza de las emociones asociadas a esos pensamientos dan a la forma mental su color, su intensidad y su potencia. Por ejemplo, alguien puede construir una forma mental a base de tener continuamente en su mente la idea de algo que teme mucho, por ejemplo, "mi marido me puede estar engañando". La creadora de esta forma mental sin darse cuenta comenzará a actuar como si esto de verdad fuera a suceder o estuviera sucediendo. Cuanto más poder le dé aportándole energía consciente o inconscientemente, más posibilidades habrá de que se cree el resultado tan temido. Frecuentemente, la persona ni siquiera se da cuenta de que esta estructura mental está pasando a formar parte de su vida, siendo como una especie de equipaje extra que lleva consigo misma de un lado a otro. Lo más importante, en síntesis, es que estos sistemas o estructuras mentales o de creencias atraen muchos efectos desde la realidad exterior hacia la propia persona. Obviamente, para cambiar estas formas mentales y, en su caso, diluirlas, es necesario primeramente haberlas detectado, lo cual no es ni mucho menos imposible. Hay que tener en cuenta que estas formas mentales no están profundamente enterradas en el inconsciente, sino que se sitúan en el límite con la conciencia, que es lo que se suele denominar la subconciencia. Por ello, pueden ser sacadas a la luz con métodos tales como el trabajo corporal energético, la meditación o el escribir en un papel las asociaciones de pensamientos que una persona produce en un estado de receptividad. Cuando la conciencia es capaz de enfocar a una de estas formas mentales o de pensamiento, entonces se produce la expresión o exteriorización de los sentimientos asociados a dicha forma mental. La liberación de tales emociones permite tener una visión más clara acerca de la forma mental y, por tanto, del filtro específico que supone ante la realidad. Además, se desvelan los orígenes de la forma mental y el proceso por el cual ésta se ha ido fortaleciendo. Esta metamorfosis o cambio va a ir dando lugar a una perspectiva más madura y nítida de la realidad, y no mediatizada de continuo por la forma mental desarmónica. Cambiando de manera lógica y serena dicha forma mental, se la puede ir sustituyendo por otra de carácter positivo y creativo. Inclusive, se puede dar el caso de formas mentales que están encadenadas unas a las otras, tanto en lo positivo como en lo negativo. Por ejemplo, para aquella persona que pensaba continuamente en la posibilidad de que su marido la engañara, la activación de esta forma mental puede conducir a otra forma mental en la cual esta mujer se siente débil o enferma físicamente, lo cual en realidad es un truco que está activando para atraer la atención de su marido hacia ella, y conseguir de esta forma que le dedique más tiempo. Esta forma mental a su vez podría conducir a otra en la cual pasados unos días ella cae, con sentimientos de culpabilidad, porque sabe que no estaba haciendo lo correcto y que en buena parte sólo se está basando en imaginaciones o sospechas pero no en realidades tangibles, y así sucesivamente. En ocasiones, se produce el paso de una forma mental a la otra sencillamente porque la energía mental de la primera forma se agota momentáneamente, y entonces se produce el paso a la segunda, continuando de esa manera el proceso. Así se produce una especie de ciclo sin salida. Estas formas de la realidad pueden ser eufóricas, como en el caso de una persona que piensa que va a hacer grandes cosas y que va a alcanzar niveles materiales importantes en poco tiempo, pero que a la vez no es consciente de la enorme cantidad de trabajo que sus elevadas metas le van a requerir, aparte de los normales tropiezos. En sentido contrario, las formas mentales pueden ser de un carácter pesimista, en el cual la persona se ve a sí misma en un estado inferior al que posee en realidad, con lo que existe una exageración de los defectos personales. En este último caso, el individuo ve la parte de sí mismo que le gustaría cambiar pero no contempla la posibilidad de realizar efectivamente el cambio. Las formas mentales o formas de pensamiento se mantienen estacionarias en el campo energético de la persona hasta que una entrada externa o interna de energía las dispara. Además, las formas mentales no solamente se alimentan de la energía de los pensamientos de su dueño, sino también atraen los sentimientos y pensamientos similares de otros individuos, sobre todo de aquellos que tienen inclinaciones semejantes.

    Como habíamos dicho, la clave para romper con una pauta de formas cíclicas de pensamiento está inicialmente en expresar y liberar los sentimientos, para luego entrar en un trabajo de mayor toma de conciencia de los esquemas mentales. Por ello, el terapeuta puede usar ese "disparo" de la forma mental como manera de penetrar en el ciclo y dar inicio a su tratamiento. Por tanto, el disparo de la fuerza mental no es necesariamente negativo, siempre y cuando exista una toma de conciencia del proceso y voluntad de cambio. En este aspecto el sanador tiene un importante papel, ya que a través de la conversación y la entrevista con su paciente puede ayudar a hacer una definición o un mapa claro de las estructuras mentales o superesquemas mentales que se encuentran en la base de la forma mental. Esto no es un juego de palabras, pues la forma mental en sí es la estructura energética sutil, mientras que los esquemas mentales son las interrelaciones concretas de pensamiento que se producen en la cabeza de la persona cuando la forma mental se ha disparado. Así, se trata de liberar las emociones ligadas a la experiencia cíclica, y posteriormente escribir sobre el papel los pensamientos y actitudes concretas que sostienen, alimentan, estimulan y originan la forma mental. A este respecto, hemos de recordar que la forma mental ha ido tomando existencia debido a determinados pensamientos y creencias concretas que el individuo ha ido repitiendo constantemente a lo largo de los últimos meses o años. El individuo, sin darse cuenta, dedica gran cantidad de esfuerzos durante su vida cotidiana a evitar que ese ciclo de formas de pensamiento se ponga en movimiento, porque le evoca unos sentimientos desagradables. Así, la persona trata de evitar las situaciones externas que sabe que pueden evocar dichos sentimientos, pero el resultado de este truco no es del todo satisfactorio, ya que con ese miedo está realmente ayudando a recargar esas formas mentales. Este intento de separación entre el yo y esa realidad latente promueve miedo y victimismo, los cuales poseen como mejor aliado la percepción que la persona tiene de que no es capaz del cambio. Así, el bloqueo nos separa de forma efectiva, como un muro, de aquella parte de nuestra experiencia que queremos perder de vista, al menos temporalmente. En realidad, es como levantar una tapia para separar una parte de nosotros mismos de nuestra propia conciencia. El efecto de estos bloques o bloqueos, cuando se contemplan desde el punto de vista del aura, es alterar un flujo saludable de energía que recorre el campo aural, lo que puede desembocar en la enfermedad. Así, se convierte en lo que se ha dado en llamar "sustancia psíquica estancada", que son como "manchas" de energía psíquica que se separan del resto de nosotros pero que se mantienen dentro de nuestra órbita. Esa pared sirve para contener una parte generada por el yo la cual no se desea integrar al propio ser. Con el tiempo, la pared se convierte en muro, y la persona se olvida de que lo que ha tapiado es una parte de sí misma, creando más olvidos. Durante el proceso terapéutico, por el contrario, la forma mental se va conectando cada vez más con el resto de la personalidad a medida que pasa el tiempo y se desarrolla el trabajo; los aspectos negativos se transforman en funciones positivas y se integran con el aura "normal" de la persona, adoptando colores claros y brillantes que no poseen forma definida. En síntesis, el aura es el medio a través del cual nuestros impulsos creativos superiores se precipitan, partiendo de nuestra realidad más elevada, hacia los dominios de la realidad física. Igualmente, podemos utilizar el campo aural para enviar a nuestra conciencia de vuelta hacia arriba, a través de sus varios niveles, un mensaje determinado. Así, la alimentación y determinadas prácticas físicas pueden generar por repercusión vibratoria sucesiva una mayor apertura de conciencia de los niveles superiores. Nuestra Chispa Divina posee una sabiduría suprema, por lo que podemos usarla para que nos guíe en nuestra vida cotidiana, crecimiento y desarrollo, lo cual sería hacer más consciente y voluntaria la transmisión de energías desde los niveles superiores hacia los inferiores. En cierto modo, cada capa o envoltura del aura es un mundo en sí mismo, y estos mundos se encuentran interconectados existiendo dentro del mismo espacio. La creación de algo a nivel humano se inicia cuando desde las capas superiores del aura se transmite un concepto, una convicción o una creencia y se hace descender ésta hacia los niveles de realidad más densos, haciendo que se cristalice en la realidad física. Por tanto, el proceso de manifestación se produce en consonancia y sintonía con nuestras creencias, valores morales, visualizaciones y superesquemas mentales. De esta forma, podemos entender que la salud se mantiene cuando la fuerza creativa que procede de la realidad espiritual humana se genera y se encauza de acuerdo con la ley cósmica. Así, cuando nuestro séptimo nivel aural se coloca en línea con la realidad espiritual superior, entonces se produce una sintonía con el conocimiento divino. Se trata de ser uno con el Creador, pero al mismo tiempo sintiendo fuertemente la individualidad propia. Si esto ocurre así en el nivel del séptimo chakra, a continuación se genera un sentimiento de amor universal y de comprensión psíquica de las cosas, pues la energía desciende hacia el nivel del sexto chakra. Posteriormente, según la ley de la resonancia simpática, la vibración sigue descendiendo y alcanza al quinto chakra, según el cual se producirá una mayor creatividad y claridad en las ideas lo cual se manifestará, entre otras cosas, en un buen nivel de comunicación de la persona con su entorno, y sin distorsiones. Siguiendo con el proceso descendente de manifestación, al llegar al cuarto chakra se genera la sensación de equilibrio y balance interno, lo cual conlleva un estado tranquilo y confortable con el yo mismo. Así, el proceso sigue hasta alcanzar el tercer chakra (las acciones), el segundo nivel (los sentimientos), y el primer nivel (las necesidades físicas). Este es el momento en el cual el flujo ha alcanzado al cuerpo etéreo o contraparte energética de nuestro cuerpo físico, el cual responde con un estado de armonía natural. El resultado es la aparición de agradables sensaciones corporales que promueven la metabolización natural de la energía proveniente del C.E.U. Esta energía es necesaria para nutrir el cuerpo etéreo y para mantener su estructura y su funcionamiento, los cuales se basan en el equilibrio entre las energías Yang y Yinn etéricas. Mediante este equilibrio, la persona desarrolla una mayor sensibilidad natural hacia su cuerpo, lo cual implica mayor conciencia de las sensaciones corpóreas, lo que seguramente inducirá a este sujeto a seguir un sistema dietético adecuado y determinadas prácticas de ejercicios corporales, pues sabe que éstos le ayudan a mantener el estado de equilibrio corporal. En síntesis, el estudio sincrónico del aura y, especialmente, de la resonancia entre los diferentes niveles aurales, nos conduce a la conclusión de que las emanaciones de la conciencia, los actos de voluntad y los sistemas de creencias poseen una relación directa con la salud física y, cómo no, con la salud total. Un adecuado trabajo en los niveles superiores del aura repercute directamente y a corto plazo en los niveles químico y físico corporales, los cuales trabajan entonces de manera equilibrada funcionando con normalidad y perpetuando la salud física; por tanto, se mantiene la salud, con lo que podemos afirmar que "la salud atrae más salud". En el sistema enfermo funciona el mismo proceso descendente mas, no obstante, después de que la fuerza causal primaria sale de los estratos humanos superiores, se deforma y actúa entonces contra la ley universal. La causa de esta distorsión hay que buscarla en la calidad del impulso original en el nivel espiritual y en la conciencia. A este respecto, hay que aclarar que el hecho de hablar de "nivel espiritual" no significa que todo lo que existe en ese plano sea espiritual en el sentido de elevado y armónico; más bien, al contrario, en los planos superiores de la naturaleza y, por tanto, del ser humano, también existen energías enormemente desarmónicas, y por ende la dualidad universal se manifiesta igualmente en estos planos de la realidad. Es decir, hay personas que espiritualmente son obscuras, absorbentes, temerarias, fanáticas, soberbias, absolutistas, negadoras, superficiales, o un largo etcétera. Es decir, el nivel espiritual es un sustantivo, pero no un adjetivo o, dicho de otra forma, lo espiritual es un plano o un escenario en el que se producen cosas, pero las escenas que tienen cabida en él pueden ir perfectamente de un extremo a otro de la escala, es decir, desde lo más elevado hasta lo más inferior. Esto es lógico, pues los planos de la naturaleza se interpenetran, e inclusive en actos tan viles como un crimen o la guerra, también se están moviendo energías de un carácter desarmónico y violento en los planos espirituales (nivel volitivo o de la voluntad). Es bien sabido que existen Magos Blancos y magos negros, los cuales muchas veces se enfrentan en los dominios espirituales elevados, donde también existe una polaridad u oposición de fuerzas. Continuando con el tema central, tan pronto como el impulso creativo primario se distorsiona en su camino hacia las capas de mayor densidad de los cuerpos aurales, su deformación continúa a medida que es transmitido hacia niveles sucesivos. Hay clarividentes que han observado distorsiones primarias a la altura de la séptima capa del aura, con la forma de lágrimas o líneas de luz enredadas. Estas "deformaciones espirituales" siempre guardan relación con los sistemas de creencias adquiridos en esta vida o en otras, y son por tanto de carácter kármico. Hay quien considera al karma simplemente como una referencia o patrón vital, moral o de conciencia basado en los sistemas de creencias que ha arrastrado la persona de una vida a la siguiente, hasta que éstos se van despejando sucesivamente y logran realinearse con la realidad superior. La deformidad de la séptima capa o envoltura está, como hemos dicho, relacionada con una distorsión en el sistema de creencias. Un ejemplo podría ser "soy superior a los otros". Esta distorsión en el séptimo nivel afecta también al sexto estrato bloqueando y desfigurando la visión y la imaginación correspondiente al sexto chakra, y así sucesivamente en sentido descendente. De ese modo, las energías desequilibradas de los cuerpos superiores del sistema afectado, se van transmitiendo progresivamente en descenso hacia los cuerpos inferiores, hasta provocar la enfermedad en el cuerpo físico. Cuando se llega a este punto, la sensibilidad del sistema enfermo a las sensaciones corporales también se ha reducido, lo que puede llevar por ejemplo a la adopción de una dieta inadecuada y, por tanto, ello generará un círculo negativo de retroalimentación de energías que aún desequilibrará más el sistema. Según los clarividentes, en las capas del campo aural que poseen número par (2, 4 y 6) la enfermedad adopta la forma de bloques energéticos, los cuales pueden estar infracargados, sobrecargados o con energía obscura que obstruye el chakra. En cambio, en las capas estructuradas del campo, que son las impares (1, 3, 5 y 7), la enfermedad adopta la forma de desfiguración, alteración o enmarañamiento, aunque también pueden aparecer orificios en la estructura reticular. Los chakras, a la vista de los clarividentes parecen torbellinos de energía formados por un cierto número de conos espirales de energía más pequeños. En un sistema sano, dichas espirales giran rítmicamente de manera sincronizada con las demás, metabolizando y filtrando la energía del C.E.U. Cada cono está conectado a una frecuencia específica que necesita el cuerpo para funcionar saludablemente. Sin embargo, en un sistema enfermo estos torbellinos no trabajan de manera acompasada, y los conos energéticos espirales que los forman pueden ser rápidos o lentos, espasmódicos o ladeados; e incluso pueden llegar a estar desplomados o desencajados de su lugar natural. El dolor es el mecanismo natural que nos alerta para que corrijamos alguna de estas situaciones.

    SEXTO NIVEL DE PODER:



    EL ARTE-CIENCIA DE LA CURACION MAGICO-ESPIRITUAL.

    Al curar, usted no va a generar la energía que transmita, sino que deberá elevar la frecuencia de su energía personal hasta un nivel determinado, para poder así atrapar la energía procedente del C.E.U. Esto se denomina inducción o resonancia armónica y exige un grado personal de concentración y de potencial energético. Tan pronto como su frecuencia vibratoria alcance a ser más potente que la de su paciente, entonces podrá comenzar a transmitirle a él su fuerza. Por el contrario, si intenta curar encontrándose cansado, inseguro o preocupado, su propia vibración energética va a ser más débil que la de su paciente. Es lógico pensar que la corriente fluidica va desde el punto de mayor tensión hasta el de tensión más baja, por lo cual si no está usted en un estado adecuado podría absorber energías desarmónicas de sus pacientes. Esto es algo similar al principio de la termodinámica que nos explica que cuando está un cuerpo caliente en contacto con un cuerpo frío, las temperaturas de ambos van variando en sentido inverso hasta que las dos se equilibran. Por ello, es necesario que usted también goce de buena salud y que su propio sistema aural esté despejado y energetizado, con lo cual podrá repeler o filtrar suficientemente las energías que puedan ser desequilibrantes para usted. Hiroshi Motoyama ha demostrado mediante las técnicas de acupuntura que, por lo general, el meridiano del corazón del terapeuta es más fuerte después de haber realizado una sesión curativa, lo que indica que en buena medida el cuarto chakra es casi el más activo en el sanador durante la sesión curativa.

    PREPARACION PREVIA. Es importante trabajar en una habitación limpia, tanto desde el punto de vista físico como desde el ángulo psíquico, con lo que es preciso despejar las bajas energías o vibraciones desarmónicas, a las cuales denominó Wilhelm Reich la energía orgónica muerta (O.R.M.). Siempre dentro de las posibilidades reales, es preferible disponer de una habitación que reciba luz solar directa y que tenga acceso al aire libre. También puede realizar una limpieza periódica de la habitación realizando un sahumerio con cedro verde seco y salvia seca, que es el método tradicional utilizado por los indios norteamericanos. Para hacerlo, coloque ambas plantas en un recipiente y préndales fuego. Según la tradición de los pieles rojas, se usa una concha de mar como recipiente, de forma que estén representados los cuatro elementos, es decir, el fuego o llama, el aire de la combustión, el agua representada por la concha y, la tierra, indicada por las plantas. Si no le es posible conseguir una concha de molusco adecuada puede usar una sartén. Con una cerilla encienda las plantas, y cuando estén ardiendo en su mayoría apague las llamas, sencillamente tapando el recipiente; de este modo se genera una gran cantidad de humo que llega a todos los rincones de la habitación. Los pieles rojas suelen realizar su ritual comenzando por el lugar de la casa o habitación situado más cercano al este, y luego recorriendo el resto de la casa según la dirección del Sol, es decir, en el sentido de las agujas el reloj. Es importante tener la puerta abierta antes de iniciar el Sahumerio, pues el humo atrae la energía O.R.M. y la saca por la puerta. Además, unos cristales de cuarzo dispersos por la habitación ayudan a recoger y captar la energía O.R.M. Posteriormente, para limpiar y neutralizar de nuevo los cristales, colóquelos en un recipiente que contenga una cucharada de sal marina y medio litro de agua de manantial, dejándolos así en remojo durante toda la noche. Igualmente, los generadores de iones, corrientemente llamados ionizadores, ayudan también a limpiar la habitación. Es conveniente siempre que beba un vaso de agua mineral después de cada sesión de curación, y que el paciente haga también lo propio. Lo más cómodo para realizar la curación espiritual mediante pases magnéticos es disponer de una mesa de masaje y de una simple silla de oficina giratoria con ruedas. Así usted logra estar sentado en una posición cómoda, sobre todo si la silla le permite elevar a su gusto la altura del asiento, y podrá moverse con libertad en torno a la mesa de masaje.

    NOTA: LOS EJERCICIOS PRACTICOS DEL PRESENTE VOLUMEN (TOMO 5), CORRESPONDIENTES A LA CINTA DE CASSETTE NUMERO 15, SE DESARROLLAN AL PRINCIPIO DEL TOMO 6.